jueves, 31 de marzo de 2011

Gatos y perros también sufren mal de Alzheimer

Animales de avanzada edad pueden padecer la enfermedad.

Científicos de EEUU y Gran Bretaña encontraron en el cerebro del gato la misma proteína que en los humanos provoca el mal de Alzheimer, la principal causa de demencia senil. El estudio fue publicado por la Journal of Feline Medicine.

La proteína “tau” produce una obstrucción en las neuronas que obstaculiza el paso de la información que debe procesar el cerebro. Según el grupo de especialistas que investigó el tema, los gatos también la poseen en su cerebro, por lo que pueden sufrir una degeneración similar. Este descubrimiento se suma a los avances en el tema que se fueron desarrollando en los últimos años acerca de enfermedades cerebrales degenerativas en perros.

Según últimas investigaciones, un 28% de los gatos de entre 11 y 14 años desarrolla al menos un problema de conducta, lo que se ve incrementado en más de un 50% cuanto los animales superan los 15 años.

Mientras que el 50% de los perros mayores de ocho años sufren una enfermedad conocida como Disfunción Cognitiva Canina (DCC), que presenta los mismos síntomas que el Alzheimer humano: pérdida de memoria, desorientación, cambios de personalidad, confusión y alteraciones psicológicas.

Lo que también se conoce como demencia canina, envejecimiento mental, senilidad o síndrome del perro viejo fue objeto de estudio de la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología, que demostró que lo causan cambios físicos y químicos en el cerebro, no atribuibles sólo al envejecimiento.

Dejar de responder a su nombre; mirar fijamente hacia el espacio; deambular sin rumbo usando la misma ruta alrededor de mesas o asientos; quedarse atrapado entre los muebles y necesitar ayuda para salir; alterar sus horarios de sueño; cambiar su comportamiento social como alejarse cuando recibe afecto, son algunos de los síntomas, fácilmente reconocibles.

La intervención de los dueños ayuda a aminorar el decaimiento mental de sus mascotas. Simplemente se debe estimular mentalmente y de todas las formas posibles al animal: jugando con él, escondiéndole la comida para que la encuentre, enseñarle cosas nuevas cada semana, hacer caminatas cortas a lugares nuevos para él, hablarle e interactuar socialmente con él.

El Síndrome de Disfunción Cognitiva no puede curarse pero existen tratamientos que ayudarán a paliar los síntomas. El tratamiento es a base de medicación, dieta especial y pautas concretas a la hora de relacionarnos con el perro.

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