24.03.2011
Los grupos conservacionistas asturianos solicitan la retirada del Plan Actuaciones 2011 de control de lobo en Asturias por considerarlo un abuso y carecer de fundamento. Las organizaciones consideran que la última reunión del Comité Consultivo del Plan de Gestión del Lobo en Asturias celebrada el 22 de marzo ha sido un fracaso al optar por la muerte de 47 ejemplares y la retirada de cuatro camadas de lobo, sin que se den razones para ello.
Los grupos conservacionistas asturianos solicitan la retirada del Plan Actuaciones 2011 de control de lobo en Asturias por considerarlo un abuso y carecer de fundamento. Las organizaciones consideran que la última reunión del Comité Consultivo del Plan de Gestión del Lobo en Asturias celebrada el 22 de marzo ha sido un fracaso al optar por la muerte de 47 ejemplares y la retirada de cuatro camadas de lobo, sin que se den razones para ello.
Las entidades conservacionistas representadas en el  Comité Consultivo del Plan de Gestión del Lobo en Asturias consideran  que la reunión del pasado 22 de marzo ha sido un fracaso al optar por la  muerte de 47 ejemplares y la retirada de cuatro camadas de lobo como  casi única medida para rebajar los daños en la región, sin evidencias  objetivas de poder conseguir los fines perseguidos con semejante medida.  Por ello, las entidades conservacionistas han solicitado la retirada  del Plan de Actuaciones de 2011 para que se revisen las actuaciones  previstas y se adecuen a los datos objetivos que el propio Plan de  actuaciones presenta.
Por otro lado han solicitado a la Fiscalía de  Medio Ambiente que investigue la posible muerte de mas de una decena de  lobos a manos de furtivos en la zona central de Asturias en la pasada  temporada y han pedido a la administración que, de confirmarse, revise a  la baja la previsión de cupos de ejemplares a eliminar por la propia  administración en esas zonas.
Los datos no avalan el estado de alarma en  que, según los representantes ganaderos, se encuentra el medio rural  asturiano. Menos del 10% de las explotaciones ganaderas (incluyendo aquí  a las que lo son a título principal y todas las demás) sufren daños de  lobo (lo que significa que el 90% no tienen daños), y de los que tienen  daños, un 25% por ciento (es decir, una proporción mínima de todas las  explotaciones ganaderas) acumulan la inmensa mayoría de los expedientes y  de las reses compensadas. En este porcentaje mínimo de explotaciones  con daños recurrentes o llamativos hay casos que afectan a ganaderos  profesionales, pero sobre todo hay abundante picaresca, fraude o simple  negligencia en el manejo del ganado. Por ejemplo, en los datos  presentados sobre daños hay varios casos de “ganaderos” que solicitaron y  cobraron más de 60 expedientes en un solo año, y varios casos más con  40 y 50 expedientes en una sola “explotación”.
La población de lobo no ha aumentado en los  últimos años (desde 2003 se mantiene en torno a 30 grupos) pero los  daños y especialmente el número de cabezas afectadas (43% de equino, un  tipo de ganado poco o nada proclive a la profesionalidad del sector) sí  lo ha hecho. Sin embargo, no hay evidencias, ni en Asturias ni en ningún  sitio (incluida la bibliografía científica) que ligue la abundancia de  lobos a la abundancia de daños, que sí es muy dependiente del manejo del  ganado.
Por otro lado, los episodios de alta  “conflictividad” están muy ligados a desenfoque o abierta sobredimensión  por los medios de comunicación, o a casos recurrentes de picaresca  (como ocurre desde hace años y de forma escandalosa en el noroccidente  de Asturias y como reconoce la propia Consejería).
Las otras vías posibles para rebajar los daños  o reducir la “conflictividad”, como puede ser promover medidas  preventivas, ligar el cobro de compensaciones por daños a manejo  responsable de ganado, priorizar los pagos a ganaderos a título  principal, trabajar casos concretos de daños recurrentes, perseguir  activamente el fraude con la colaboración de los departamentos de  agricultura –con competencias decisivas en este tema, no se contemplan o  no van a ser apenas desarrollados.
Los grupos conservacionistas representados en  el Plan de Gestión quieren mostrar su apoyo a los ganaderos que hacen un  manejo responsable (y sobre todo a los profesionales, que son  irónicamente los que menos daños tienen). A la vez, lamentan  profundamente el deterioro de las herramientas de gestión del lobo en  los últimos años, que han caído en una dinámica penosa por la falta de  voluntad de la administración responsable y por un cambio de actitud de  los propios representantes ganaderos, que han pasado de hacer propuestas  constructivas y anunciar compromisos hace unos años, a una actitud  victimista y demagógica que en nada favorece ni al sector ganadero ni a  la conservación de la naturaleza asturiana.
Organizaciones firmantes: 
Asociación para la Conservación y Estudio del  Lobo Ibérico (ASCEL), Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza  (ANA), Coordinadora Ecoloxista d´Asturies, Coordinadora Ornitolóxica  d´Asturies (COA), Agrupación de Guardas Rurales del Principado de  Asturias, Asociación El Carbayu, , Plataforma para la Defensa de la  Cordillera Cantábrica, Asociación para la Defensa Jurídica del Medio  Ambiente (ULEX), Asociación Medioambiental la Cirigueña, Colectivo  Ecologista de Avilés. 
Fuente:  http://www.asturiasverde.com

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