Argentina, Brasil, y México, donde operan las seis plantas latinoamericanas, buscaban hoy calmar a sus ciudadanos al descartar que puedan enfrentar una situación como la de Japón tras el terremoto del viernes.
La emergencia nuclear en la central de Fukushima, con tres explosiones en otros tantos reactores que enfrentan dificultades de enfriamiento, produjo una ola de desconfianza que recorrió el mundo.
Para Leonan dos Santos, jefe del gabinete director de la Eletronuclear, agencia brasileña responsable por la gestión de las usinas nucleares de Angra I y II en el litoral de Rio de Janeiro, sería extraordinariamente difícil que esos reactores sufrieran problemas similares a los de Fukushima, porque utilizan una tecnología muy diferente.
Explicó que en el caso de Fukushima, falló el sistema que bombea agua para enfriar el reactor, y ello no sería necesario en las usinas de Angra aún en una emergencia.
Por otra parte, destacó que las usinas brasileñas están diseñadas para soportar terremotos de hasta 7 puntos en la escala de Richter.
"La región sudeste del litoral brasileño, donde están las usinas de Angra, está en el centro de la placa tectónica Sudamericana, que se aleja de la placa Africana. Por lo tanto, no existen las condiciones necesarias para que se generen tsunamis" en esa zona, afirmó una vocero de Electronuclear.
Sin embargo, voces de alerta no tardaron en levantarse. El presidente del Senado de Brasil, José Sarney, sugirió que será necesario reevaluar el papel de las centrales nucleares en la matriz energética de cada país.
Con relación a las usinas de Angra, la preocupación de especialistas no se concentra tanto en los reactores en sí, sino en las dificultades de evacuar ciudades próximas ante una emergencia, ya que apenas una ruta existe en la zona y está siempre expuesta a deslizamientos de lodo.
En Argentina, el gerente de Control de reactores de la Autoridad Regulatoria Nuclear, Rubén Navarro, detalló que las usinas de Atucha y Embalse tienen "diferencias fundamentales" con las de Japón, tanto en su tecnología como en su localización.
Lejos del mar y de zona de unión de placas tectónicas, las usinas de Atucha I y Embalse (en breve Atucha 2) no corren el riesgo de ser afectadas por terremotos o tsunamis y además, poseen un diseño diferente de los modelos construidos en Japón.
"Las usinas argentinas tienen un circuito intermedio de refrigeración entre el núcleo y el sector externo. Las japonesas no lo tienen", dijo Navarro, para quien la situación en Japón no deberá motivar medidas extraordinarias en las usinas argentinas.
Por su parte, Epifanio Ruiz, experto de Ciencias Nucleares en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la central nuclear de Laguna Verde (compuesta por dos usinas similares) "cuenta con los sistemas de seguridad necesarios para una nucleoeléctrica, los cuales son revisados cada año" conforme a los acuerdos con la AIEA.
Laguna Verde se encuentra sobre el Golfo de México, a 490 Km. de ciudad de México, la urbe más poblada de América Latina, con 23 millones de habitantes y a 70 Km. de la ciudad de Veracruz.
"No hay fallas geológicas en las cercanías de Laguna Verde, por lo que es improbable la ocurrencia de un maremoto. En el caso de los huracanes, se apagan los reactores de manera paulatina", explicó Ruiz aunque añadió que el alerta en Japón sirve para mejorar las medidas de seguridad.
Las usinas de Laguna Verde son objeto de crítica por estar instaladas en una zona expuesta a la acción de huracanes. El año pasado, el huracán Karl tocó tierra a apenas siete kilómetros de las usinas y motivó la desactivación de los reactores.
Fuente: Infobae.com
Para Leonan dos Santos, jefe del gabinete director de la Eletronuclear, agencia brasileña responsable por la gestión de las usinas nucleares de Angra I y II en el litoral de Rio de Janeiro, sería extraordinariamente difícil que esos reactores sufrieran problemas similares a los de Fukushima, porque utilizan una tecnología muy diferente.
Explicó que en el caso de Fukushima, falló el sistema que bombea agua para enfriar el reactor, y ello no sería necesario en las usinas de Angra aún en una emergencia.
Por otra parte, destacó que las usinas brasileñas están diseñadas para soportar terremotos de hasta 7 puntos en la escala de Richter.
"La región sudeste del litoral brasileño, donde están las usinas de Angra, está en el centro de la placa tectónica Sudamericana, que se aleja de la placa Africana. Por lo tanto, no existen las condiciones necesarias para que se generen tsunamis" en esa zona, afirmó una vocero de Electronuclear.
Sin embargo, voces de alerta no tardaron en levantarse. El presidente del Senado de Brasil, José Sarney, sugirió que será necesario reevaluar el papel de las centrales nucleares en la matriz energética de cada país.
Con relación a las usinas de Angra, la preocupación de especialistas no se concentra tanto en los reactores en sí, sino en las dificultades de evacuar ciudades próximas ante una emergencia, ya que apenas una ruta existe en la zona y está siempre expuesta a deslizamientos de lodo.
En Argentina, el gerente de Control de reactores de la Autoridad Regulatoria Nuclear, Rubén Navarro, detalló que las usinas de Atucha y Embalse tienen "diferencias fundamentales" con las de Japón, tanto en su tecnología como en su localización.
Lejos del mar y de zona de unión de placas tectónicas, las usinas de Atucha I y Embalse (en breve Atucha 2) no corren el riesgo de ser afectadas por terremotos o tsunamis y además, poseen un diseño diferente de los modelos construidos en Japón.
"Las usinas argentinas tienen un circuito intermedio de refrigeración entre el núcleo y el sector externo. Las japonesas no lo tienen", dijo Navarro, para quien la situación en Japón no deberá motivar medidas extraordinarias en las usinas argentinas.
Por su parte, Epifanio Ruiz, experto de Ciencias Nucleares en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la central nuclear de Laguna Verde (compuesta por dos usinas similares) "cuenta con los sistemas de seguridad necesarios para una nucleoeléctrica, los cuales son revisados cada año" conforme a los acuerdos con la AIEA.
Laguna Verde se encuentra sobre el Golfo de México, a 490 Km. de ciudad de México, la urbe más poblada de América Latina, con 23 millones de habitantes y a 70 Km. de la ciudad de Veracruz.
"No hay fallas geológicas en las cercanías de Laguna Verde, por lo que es improbable la ocurrencia de un maremoto. En el caso de los huracanes, se apagan los reactores de manera paulatina", explicó Ruiz aunque añadió que el alerta en Japón sirve para mejorar las medidas de seguridad.
Las usinas de Laguna Verde son objeto de crítica por estar instaladas en una zona expuesta a la acción de huracanes. El año pasado, el huracán Karl tocó tierra a apenas siete kilómetros de las usinas y motivó la desactivación de los reactores.
Fuente: Infobae.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario