jueves, 13 de enero de 2011

Sagrados (y abandonados) Lean en la forma que quiere justificar Vautier de Bienestar Animal Bariloche la eutanasia humanitaria.


Miércoles 29 de Diciembre de 2010 05:05
El médico veterinario Horacio Vautier parangona el caso de las vacas sagradas de la India, donde gran cantidad de ganado vacuno deambula por las ciudades, con la situación de los perros vagabundos en la zona urbana de Bariloche.

Animales sagrados pero abandonados


En la India, por razones religiosas, la vaca es un animal sagrado y su sacrificio esta prohibido en la mayoría de los Estados de ese país. Utilizadas principalmente para la producción de leche, una vez que culminan su ciclo productivo los propietarios las abandonan al no poder mantenerlas.

La consecuencia de esta realidad en la tierra de Gandhi es una gran cantidad de ganado vacuno abandonado que deambula  por los centros urbanos provocando molestias públicas, sobreviviendo a duras penas con niveles de subsistencia marginal y con un muy limitado nivel de bienestar: En un país donde las vacas son “sagradas”, son abandonadas.


El Estado reconoce que además de las molestias ocasionadas por el deambular del ganado vacuno en “religiosa libertad” su situación de bienestar se ve vulnerado. Un escaso número es “adoptado” para ser destinado como animales de tiro.  Así, el Estado crea entonces lo que denominan “gaushalas” que no son más que granjas donde se destinan esos animales porque reconocen que las calles de las ciudades no son el mejor lugar para que las vacas intenten sobrevivir deambulando libremente y sin control.

En la India hay cerca de 4000 “gaushalas” con mil o más vacunos cada una. Algunas llegan a albergar 10000 animales. O sea que no menos de cuatro millones de vacunos son mantenidos por el Estado y esa cantidad seguirá en aumento.

Dijo Gandhi: "La grandeza de una Nación y su progreso moral pueden ser juzgados según la forma en que trata a sus animales.” Y en su país las vacas “sagradas” son abandonadas a su suerte llevándolas a condiciones reñidas con el bienestar animal, situación controlada parcialmente por fuertes inversiones del Estado, aún cuando una importante proporción de su población humana sobrevive en situaciones paupérrimas.

En Bariloche, en Río Negro y en otras provincias argentinas se ha legislado sobre población canina según dogmas, al igual que en la India con sus vacas. Las calles de las ciudades tampoco son el mejor lugar para los perros, por ellos mismos y por las molestias públicas que provocan. Pero nadie asigna partidas presupuestarias para albergar en condiciones humanitarias a los cientos de miles de perros que deambulan abandonados a su suerte. En ese sentido deberíamos imitar a la India, donde el Estado se hace cargo de las consecuencias de legislar por dogmas.
Pero en la Argentina eso no sucede a pesar que la Ley Nacional N° 22953, de Profilaxis de Rabia, dice en su artículo 6°: II - De las autoridades competentes, inciso 6): “Erradicar los animales vagabundos o callejeros sin identificación de su posible propietario”.

Anteponer los dogmas de una minoría por sobre el conocimiento científico, la salud pública, el bienestar animal, el interés común y las leyes de mayor jerarquía es un acto de irresponsabilidad institucional sin parangón. Esto pasa en la Argentina y así nos va.


Horacio Vautier
h.vet@hotmail.com

Fuente: http://www.bariloche2000.com/comentarios/opinion-de-lectores/56075-sagrados-pero-abandonados.html

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