domingo, 11 de julio de 2010

Leptospirosis: ¿un tema de perros o de pobreza? LEER ATENTAMENTE LA NOTA

El tema está en la agenda política, pero se lo vincula con los perros y con los basurales, sin hacer mención a la pobreza y su relación alarmante con la fuerte crisis de la salud pública.

--------------------------------------------------------------

La certeza de casos de leptospirosis en seres humanos en barrios ubicados en la zona de la meseta capitalina no solo provocó una lógica alarma y la declaración de emergencia sanitaria municipal, en el Deliberante: también ha causado discusiones políticas diversas sobre las posibles causas de la aparición social de esta enfermedad bacteriológica, que puede ser letal y que por lo tanto no debe ser tomada a la ligera.

En Santa Fe, por ejemplo, este año murieron 15 personas por leptospirosis. Y hubo 144 casos en pocos meses.

En Neuquén no parece razonable que se pretenda reducir el tema a la superpoblación de perros, o a las torpezas burocráticas del Estado municipal. En realidad, todo indica que debería tomarse el tema con mucho vigor, y vincularlo necesariamente a la salud pública, sin olvidar el estado de crisis que aqueja precisamente a este sector del Estado.

El principal animal propagador de la leptospirosis no es el perro, sino la rata. En todo caso, los perros se pueden contagiar de las ratas, que es lo que seguramente está ocurriendo. Y los humanos también: los casos se registraron en barrios que conviven con basurales a cielo abierto, lugares infectados de roedores de todo tipo y tamaño.

No hay que pensar mucho para deducir que tanto la cantidad de perros sueltos, como la de ratas existentes, cobran sentido y peligrosidad allí donde lo único que sobra es la pobreza, la carencia. Neuquén no afronta un problema de perros, sino un problema de pobreza en amplios sectores de su población, y esto es aun más grave.

Algo de esto ha sugerido, tal vez con excesiva prudencia, el concejal Marcelo Marchetti. El concejal del MPN mencionó el seguimiento que viene haciendo del barrio Nueva Esperanza, al que señala como “olvidado” por el Municipio que administra Martín Farizano.

También se ocupó del tema en las últimas horas el concejal de UNE Francisco Baggio, quien revista asimismo en la comisión de ecología y medio ambiente del Deliberante capitalino. Baggio enfatiza en el tema perros, y en la “democratización” de las decisiones que se tomen sobre la denunciada sobrepoblación de canes que hay en la Capital.

Efectivamente, hace poco fue UNE el partido que había denunciado esta situación de extrema peligrosidad para el resguardo sanitario de la población neuquina. Baggio ha recordado en estas horas que en Neuquén, según datos del mismo Municipio, hay unos 130.000 perros. Prácticamente un perro cada dos personas, cuando lo aconsejable es que la proporción de perros respecto de humanos sea del 10 por ciento como máximo.

Baggio propone hacer un referéndum para decidir qué hacer con el tema de la eutanasia. Concretamente, lo que se percibe es una tendencia política a llevar el tema hacia la sensibilidad social respecto de los perros. Ya se discutió esto en Neuquén, cuando se lo declaró municipio no eutanásico.

Evidentemente, no se puede seguir cometiendo errores tan groseros cuando se trata de administrar la salud de la población. Prohibir que el Estado mate perros es como prohibir tomar mate para evitar la acidez estomacal. Son medidas que pueden parecer simpáticas, pero que no tienen fundamento científico lógico.

No hacía falta esperar que surgiera un brote de enfermedad para atacar el tema perros. Sí hace falta tomar conciencia que en Neuquén hay cada vez más pobres, y que el sistema de Salud pública sigue en crisis, sin capacidad aparente de enfrentar desafíos extremos.

Rubén Boggi

Fuente: http://www.diariamenteneuquen.com/index.php?action=noticia&id=7068

No hay comentarios: