viernes, 21 de octubre de 2011

Un infiltrado revela el trato cruel a animales en un zoo de Sevilla


MANUEL VILASERÓ
  • Un activista graba con cámara oculta las irregularidades de la instalación
  • Igualdad Animal denuncia al parque y a otros siete ante la Administración
Las organizaciones de defensores de los animales condenan a los zoológicos por su mera existencia. La exhibición implica un cautiverio y un sufrimiento que rechazan por principio.

Una rapaz atada por la pata a una estaca intenta levantar el vuelo en el Mundo Parl Zoo de Sevilla
Jonás Amadeo Lucas


Hasta ahí nada nuevo. Pero Igualdad Animal (sí, igualdad entre nosotros «y los demás animales») ha ido más allá y ha descubierto a través de un «infiltrado» que en una instalación, en Mundo Park Zoo de Sevilla, la exhibición va acompañada también de maltrato hasta la muerte por falta de cuidados, de compraventa ilegal de especies y de proximidad peligrosa para los visitantes.

La organización ha denunciado ante la Administración a este zoológico y a otros siete, entre los que figura el de Barcelona, por el sufrimiento infligido a los animales, aunque de estos últimos solo ofrece los datos y las imágenes que están a la vista de cualquier visitante.

El informe sobre la instalación de Sevilla, en cambio, está documentado con un vídeo grabado por el miembro de la organización que se infiltró el pasado agosto entre el personal del parque y que contiene algunas imágenes impactantes, como las de la agonía y muerte de una leona llamada Chata. «¿Y no se puede llamar a otro veterinario si este no está?», se interroga al responsable. «Hay que pagarle», responde este sin saber que está siendo grabado. Antes de que el animal fallezca el responsable reconoce que otras leonas ya han muerto de deshidratación.

COMPRAVENTA / En un momento del vídeo puede verse a uno de los directivos del parque asegurando oficialmente que su instalación forma «parte de una red europea de zoológicos en la cual no existe el dinero, los animales ni se compran ni se venden, sino que los ofrecemos si tenemos un excedente», mientras que otro ejecutivo reconoce, sin saber que estaba siendo grabado, que «aunque los animales van cedidos, cuestan dinero, no se puede vender, pero cuando quieres algo te cuesta dinero». Después de señalar una jaula en cuyo interior deambulan, nerviosos dos tigres, confiesa que han pagado 30.000 euros por cada uno de ellos.

Uno de los momentos más chocantes de las imágenes es cuando aparecen varias parejas posando junto a un tigre mientras su cuidador le arrea algún tortazo para que se esté quieto para la fotografía. No hay ninguna protección contra una hipotética reacción inesperada del animal. «Es una barbaridad exponer a los visitantes a un tigre sin más», lamentaba ayer el portavoz de Igualdad Animal, Javier Moreno.

Fuente: El Periódico

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