domingo, 30 de octubre de 2011

Carne de laboratorio : ¿Comer carne sin matar animales?


30 de noviembre, 2011
Un profesor en Holanda está apostando por lo imposible, comer carne sin asesinar animales sino a partir de células madre creadas en laboratorio, esto es sin tocarle un pelo a un animal pero  aún así  terminar sirviendo  suculentas hamburguesas en nuestra mesa . Para algunos será el fin de un dilema ético, el disfrutar la carne pero amar a los animales, para otros simplemente otra forma de explotación animal.
Mark Post es profesor jefe del Departamento de Fisiología Vascular de la Universidad de Maastricht en Holanda y está inmerso en una investigación que busca crear una manera de producir carne sin la necesidad de criar ganado, Post quiere crear los filetes en el laboratorio, directamente de células madre musculares.  Una célula madre es un tipo especial de célula capaz de replicarse a sí misma muchas veces, diferenciándose en tipos de células especializadas, como células musculares.
El costo de la cría
¿Por qué tomarse todas estas molestias? más allá del dilema ético de asesinar a animales para nuestros propio  consumo, Echen un vistazo a la huella de CO2 de la producción de carne y la justificación queda clara: la cría de ganado supone un 18% de todas las emisiones de gases con efecto invernadero del planeta, incluso superando a las del transporte.
Naciones Unidas prevé que la demanda mundial de carne se doble en 2050, lo que empeorará aún más la situación. Además, un 80% de la tierra de cultivo está dedicada a la producción de carne y el ganado consume un 10% de los suministros de agua dulce.
Además, está el argumento del bienestar de los animales. El profesor Post cree que la gente no está contenta con la manera en la que se produce la carne en la actualidad.
Haciéndose eco de este sentimiento, la organización de defensa de los animales PETA ofreció un premio de US$1 millón para la primera compañía que logre llevar carne sintética a la tiendas, en al menos seis estados de EE.UU., para el año 2016.
Doctor Post, reponsable de la investigación.
¿Cómo se hace la carne de laboratorio?
Primero se han de cultivar las células madre de un animal. Los investigadores han sugerido diferentes métodos, incluyendo hacer que células madre embrionarias -las células madre más versátiles y potentes que se extraen de embriones- se conviertan en células musculares.
Esta técnica tiene el mayor potencial porque una sola célula madre embrionaria correctamente controlada podría potencialmente producir varias toneladas de carne.
Pero el profesor Post cree que controlar la diferenciación de células madre embrionarias es demasiado complicado. Si bien se ha logrado saber cómo guiar el desarrollo de células madre embrionarias de humanos, ratas, ratones y monos, controlar células madre embrionarias de vacas y cerdos ha demostrado ser mucho más complicado. “Por alguna razón no podemos hacerlo y no sabemos por qué”, explica.
En vez de eso, el profesor Post está utilizando las llamadas células satélite, una forma de célula madre muscular que es normalmente utilizada por el cuerpo para reparar tejido dañado.
Estas células pueden extraerse de un animal adulto sin matarlo y tienen numerosas ventajas. Para empezar, solo pueden convertirse en células musculares.
Además, a medida que las células musculares proliferan tienen una tendencia innata a organizarse en fibras musculares. Todo lo que tiene que hacer Post para formar una tira de músculo es proporcionar puntos de anclaje a las fibras para que crezcan alrededor de estos y el músculo se forme por sí mismo. “Es un poco como hacer magia”, asegura.
La primera hamburguesa
Para su primera hamburguesa, el profesor Post pretende cultivar varias de estas células, mezclarlas con cebolla y especies, y hacer que un cocinero famoso la prepare.
Post cree que es necesario un golpe publicitario para cambiar la imagen de la carne de laboratorio. Quiere mostrar al público que es segura y que no se diferencia fundamentalmente de comer carne de animales.
“Alguna gente cree que es igual que los alimentos genéticamente modificados, pero no los es. Utilizamos exactamente el mismo proceso que ocurre en la naturaleza”.
Señala que hasta hace un par de décadas comprábamos el queso de las granjas y ahora todos provienen de fábricas. “¿Por qué la carne debería ser diferente?”
Quizás una de las mayores dificultades que han de afrontar el profesor Post y sus colegas es el sabor de la carne de laboratorio. “No sabemos de donde viene el sabor de la carne. Asumimos que viene de la grasa pero puede haber otros componentes. La mayoría son desconocidos, así que es un misterio cómo las condiciones en las que producimos la carne pueden afectar su sabor”.
La única persona que se sepa probó la carne de laboratorio fue un periodista ruso que visitó el laboratorio el año pasado.
“Cogió la tira y se la metió en la boca antes de que pudiera decir una palabra”, dice Post. ¿Y el sabor? “Dijo que era correosa y sin sabor”.
Fuente: BBC Londres


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