17 de octubre 2011
Por unanimidad, los concejales aprobaron una norma que, entre otros puntos, establece la posibilidad de cazar a la especie por razones de salud pública, uso científico y control de población, siempre que se cuente con autorización del Municipio.
Su existencia puede sumarse al extenso legado dejado por el industrial belga Julio Steverlynck. La leyenda cuenta que un puñado de ellas fueron traídas a Jáuregui y alojadas en un jaulón. Luego de un tiempo, fueron liberadas las pocas sobrevivientes pensando que su desaparición sería un hecho. Sin embargo, no sólo lograron adaptarse al ecosistema sino que, con el correr de los años, se expandieron al punto de ser consideradas un problema para algunas personas que estudian el comportamiento regional de las ardillas de vientre rojo, cuyo nombre científico es Callosciurus erythraeus.
Ante la preocupación compartida por distintos sectores educativos, el Concejo Deliberante aprobó el jueves una ordenanza que se propone controlar la expansión de estos animales que, según registros, desde Jáuregui han llegado hasta las inmediaciones de la vecina ciudad de Mercedes, como muestra de su impecable avance territorial.
En primer lugar, la norma prohíbe en todo el distrito "la introducción, exposición, tenencia, traslado, comercialización, trueque y entrega a título gratuito u oneroso de ejemplares de la especia exótica". En el segundo punto queda impedida la caza, captura, persecución, hostigamiento, tortura y abandono de las ardillas". Sin embargo, quedan al margen de la prohibición aquellos casos de persecución y captura que obedezcan "a razones de salud pública, uso científico y control de la población, con la debida autorización de las autoridades competentes".
En otro artículo, los concejales declaran de interés municipal "la prevención y lucha contra la expansión de la ardilla de vientre rojo en el partido de Luján". A su vez, la ordenanza habla de "un plan de manejo integral de las poblaciones de ardillas de vientre rojo, que incluya la amplia difusión de la problemática y la prevención u control de la expansión de la especie".
En cuanto a posibles transgresiones a la norma, se prevén sanciones según las disposiciones que fija el Código de Faltas Municipal y las establecidas por la Dirección de Flora y Fauna de la provincia de Buenos Aires, además de lo previsto en la legislación nacional vigente en la materia. De producirse decomisos de estos animales, se establece que las ardillas serán sacrificadas y destinadas a estudios científicos.
En los argumentos de la propuesta legislativa se expresa que "las especies exóticas fueron identificadas como una seria amenaza global para la diversidad biológica y la economía mundial, siendo en algunos países la amenaza más importante debido a que amenazan los sistemas productivos y naturales que invaden y pueden causar desorganización de los sistemas ecológicos, homogeneización de la biota y extinciones". Además "puede resultar nuevamente en problemas sanitarios, ambientales, económicos y sociales significativos, afectando seriamente un gran número de personas o, desde una política ambiental, todos somos afectados".
Específicamente sobre el caso local, los concejales entienden que las ardillas "han registrado numerosos daños, tanto a los sistemas productivos como a los sistemas naturales (consumo de frutos, flores y semillas, descortezamiento de árboles, rotura de mangueras de riego) y a los servicios urbanos (rotura de cables de telefonía, televisión y electricidad)".
En las consideraciones de la ordenanza se explica que "por tratarse de una especie carismática, la expansión de esta especie se ve fuertemente potenciada por los transportes efectuados por los particulares, para tenencia, obsequio o venta como mascota y su posterior escape o liberación al medio silvestre".
Fuente: http://www.elcivismo.com.ar/nota.php?nota=10866
Videos relacionados:
Por unanimidad, los concejales aprobaron una norma que, entre otros puntos, establece la posibilidad de cazar a la especie por razones de salud pública, uso científico y control de población, siempre que se cuente con autorización del Municipio.
Su existencia puede sumarse al extenso legado dejado por el industrial belga Julio Steverlynck. La leyenda cuenta que un puñado de ellas fueron traídas a Jáuregui y alojadas en un jaulón. Luego de un tiempo, fueron liberadas las pocas sobrevivientes pensando que su desaparición sería un hecho. Sin embargo, no sólo lograron adaptarse al ecosistema sino que, con el correr de los años, se expandieron al punto de ser consideradas un problema para algunas personas que estudian el comportamiento regional de las ardillas de vientre rojo, cuyo nombre científico es Callosciurus erythraeus.
Ante la preocupación compartida por distintos sectores educativos, el Concejo Deliberante aprobó el jueves una ordenanza que se propone controlar la expansión de estos animales que, según registros, desde Jáuregui han llegado hasta las inmediaciones de la vecina ciudad de Mercedes, como muestra de su impecable avance territorial.
En primer lugar, la norma prohíbe en todo el distrito "la introducción, exposición, tenencia, traslado, comercialización, trueque y entrega a título gratuito u oneroso de ejemplares de la especia exótica". En el segundo punto queda impedida la caza, captura, persecución, hostigamiento, tortura y abandono de las ardillas". Sin embargo, quedan al margen de la prohibición aquellos casos de persecución y captura que obedezcan "a razones de salud pública, uso científico y control de la población, con la debida autorización de las autoridades competentes".
En otro artículo, los concejales declaran de interés municipal "la prevención y lucha contra la expansión de la ardilla de vientre rojo en el partido de Luján". A su vez, la ordenanza habla de "un plan de manejo integral de las poblaciones de ardillas de vientre rojo, que incluya la amplia difusión de la problemática y la prevención u control de la expansión de la especie".
En cuanto a posibles transgresiones a la norma, se prevén sanciones según las disposiciones que fija el Código de Faltas Municipal y las establecidas por la Dirección de Flora y Fauna de la provincia de Buenos Aires, además de lo previsto en la legislación nacional vigente en la materia. De producirse decomisos de estos animales, se establece que las ardillas serán sacrificadas y destinadas a estudios científicos.
En los argumentos de la propuesta legislativa se expresa que "las especies exóticas fueron identificadas como una seria amenaza global para la diversidad biológica y la economía mundial, siendo en algunos países la amenaza más importante debido a que amenazan los sistemas productivos y naturales que invaden y pueden causar desorganización de los sistemas ecológicos, homogeneización de la biota y extinciones". Además "puede resultar nuevamente en problemas sanitarios, ambientales, económicos y sociales significativos, afectando seriamente un gran número de personas o, desde una política ambiental, todos somos afectados".
Específicamente sobre el caso local, los concejales entienden que las ardillas "han registrado numerosos daños, tanto a los sistemas productivos como a los sistemas naturales (consumo de frutos, flores y semillas, descortezamiento de árboles, rotura de mangueras de riego) y a los servicios urbanos (rotura de cables de telefonía, televisión y electricidad)".
En las consideraciones de la ordenanza se explica que "por tratarse de una especie carismática, la expansión de esta especie se ve fuertemente potenciada por los transportes efectuados por los particulares, para tenencia, obsequio o venta como mascota y su posterior escape o liberación al medio silvestre".
Fuente: http://www.elcivismo.com.ar/nota.php?nota=10866
Videos relacionados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario