Nota de el "Cronista veterinario"
El Gobierno porteño puso en funcionamiento el centro de atención primaria para mascotas. Afirman que sólo atenderán urgencias y que no perjudicará a los veterinarios. Pero el Consejo Profesional porteño le envió a Telerman una carta con duras críticas.
Amenos de un mes de dejar la administración a manos del macrismo, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, y su ministro de Medio Ambiente, Juan Manuel Velasco, autorizaron la inauguración del Hospital Veterinario público de Buenos Aires. La apertura de este "centro de atención primaria para mascotas", como lo definió la Comuna, generó un fuerte rechazo de parte del Consejo Profesional de Veterinarios de Capital Federal, que consideró al proyecto de "innecesario" y afirmó que el edificio "adolece de fallas en el aspecto de construcción sanitaria", entre otros puntos.
Hace tres meses, El Cronista Veterinario adelantó en exclusiva que el Gobierno porteño ya había terminado la construcción de lo que será el primer Hospital Veterinario público de la Ciudad. El edificio queda en California entre Hornos y Herrera, bajo la autopista 9 de Julio Sur, en el barrio de Barracas. Cuenta con una superficie de 950 metros cuadrados, e incluye sectores de atención ambulatoria, servicio de consultorios, rayos X, ecografía, zonas de internación y quirófanos con servicios de apoyo. Pero también tiene áreas dedicadas a la peluquería, estética, confitería y otros servicios extra. Además, el predio cuenta con 24 cocheras.
La inauguración se realizó el lunes 26 del pasado mes. En principio, el Hospital atenderá de lunes a viernes de 8 a 20, aunque luego está previsto que tenga guardias los fines de semana. El director será el Dr. Daniel Heller, y trabajarán otros cinco veterinarios.
Además, el Hospital cuenta con un comité asesor conformado por diversas asociaciones protectoras, quienes se encargarán de controlar el funcionamiento del centro. Esas organizaciones son la Sociedad Argentina Protectora de los Animales (SAPA), Centro de Adopción y Rescate de Animales "Huellitas", Acción para Erradicar el Maltrato Animal (APEMA), Centro de Adopción Michimiau, MAPA, Refugio Feliz, Asociación Protectora de Animales y Plantas, Fundación para la defensa del animal "Por amor a ellos", Asociación Protectora de Animales (APRANI), Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal (ADDA), Fundación Argentina para el Bienestar Animal (FABA), Fundación Ciudad, Grupo Argentina de Protección y Rescate (GRAPA) y la Protectora Sarmiento.
La intención original de la construcción era la de darle una nueva sede a la protectora MAPA, porque su edificio, en San Juan 3345, tiene varios problemas de seguridad e higiene (de hecho, en mayo del año pasado sufrió una clausura). Pero luego el proyecto derivó en la creación de un hospital, con alcance mayor.
No bien se conoció la iniciativa, muchos veterinarios se mostraron en desacuerdo. Sobre todo por la posibilidad de que en el centro funcionen servicios de peluquería y estética animal. Todo esto significaría una competencia desleal para los colegas del sur de Capital y de partidos como Avellaneda o Lanús, cuyos habitantes podrían viajar hasta Barracas para atender a sus mascotas en el nuevo centro.
La inauguración se demoró porque el Gobierno porteño no tenía fondos para poner el servicio en funcionamiento. De hecho, había tenido que recortar varias obras públicas para no entregarle la administración a Macri con déficit fiscal. Ante la falta de dinero, Medio Ambiente inició una serie de reuniones con protectoras y entidades veterinarias, para ver de qué forma conseguir recursos e inaugurar el hospital. La voluntad de abrirlo antes de entregarle el mandato al Gobierno macrista fue tan clara que, a pesar de que aún no se conocía la fecha de inauguración ni estaba claro cómo iba a funcionar el Hospital y con qué personal, la Comuna ya había diseñado los folletos para hacer la publicidad oficial del centro, tal como contó en El Cronista Veterinario en octubre.
A esas reuniones fue invitado el Consejo Profesional de Veterinarios porteño. Pero lejos de ponerse de acuerdo, la institución encontró varias falencias en el proyecto y las denunció. El Cronista Veterinario accedió a una copia de la carta que le enviaron a Telerman y Velasco. Al contundente texto, firmada por el presidente Alfredo Civetta y el secretario Fernando Ruiz, lo reproducimos en el recuadro que aparece en la página contigua. Pero finalmente la administración de Telerman consiguió el presupuesto (gastó 70.000 pesos en equipamiento e insumos) y puso en marcha el centro antes de dejar el poder. Consultado por El Cronista Veterinario, el ministro Velasco aseguró: "La necesidad de tener un centro de atención primaria surgió por los problemas que tuvo la protectora MAPA con su edificio, que no está en condiciones para funcionar. A raíz de ello, convocamos a otras protectoras y decidimos armar un centro de atención primaria, donde se puedan atender a las mascotas en los primeros auxilios y las esterilizaciones. También podrán hacer las atenciones básicas para las mascotas de los vecinos de bajos recursos".
Pero la respuesta más fuerte fue cuando se le preguntó por la presunta competencia desleal que generaría el nuevo centro contra los colegas: "Es una crítica que no tiene asidero. Es como decir que los hospitales públicos perjudican a los sanatorios privados".
El Gobierno porteño puso en funcionamiento el centro de atención primaria para mascotas. Afirman que sólo atenderán urgencias y que no perjudicará a los veterinarios. Pero el Consejo Profesional porteño le envió a Telerman una carta con duras críticas.
Amenos de un mes de dejar la administración a manos del macrismo, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, y su ministro de Medio Ambiente, Juan Manuel Velasco, autorizaron la inauguración del Hospital Veterinario público de Buenos Aires. La apertura de este "centro de atención primaria para mascotas", como lo definió la Comuna, generó un fuerte rechazo de parte del Consejo Profesional de Veterinarios de Capital Federal, que consideró al proyecto de "innecesario" y afirmó que el edificio "adolece de fallas en el aspecto de construcción sanitaria", entre otros puntos.
Hace tres meses, El Cronista Veterinario adelantó en exclusiva que el Gobierno porteño ya había terminado la construcción de lo que será el primer Hospital Veterinario público de la Ciudad. El edificio queda en California entre Hornos y Herrera, bajo la autopista 9 de Julio Sur, en el barrio de Barracas. Cuenta con una superficie de 950 metros cuadrados, e incluye sectores de atención ambulatoria, servicio de consultorios, rayos X, ecografía, zonas de internación y quirófanos con servicios de apoyo. Pero también tiene áreas dedicadas a la peluquería, estética, confitería y otros servicios extra. Además, el predio cuenta con 24 cocheras.
La inauguración se realizó el lunes 26 del pasado mes. En principio, el Hospital atenderá de lunes a viernes de 8 a 20, aunque luego está previsto que tenga guardias los fines de semana. El director será el Dr. Daniel Heller, y trabajarán otros cinco veterinarios.
Además, el Hospital cuenta con un comité asesor conformado por diversas asociaciones protectoras, quienes se encargarán de controlar el funcionamiento del centro. Esas organizaciones son la Sociedad Argentina Protectora de los Animales (SAPA), Centro de Adopción y Rescate de Animales "Huellitas", Acción para Erradicar el Maltrato Animal (APEMA), Centro de Adopción Michimiau, MAPA, Refugio Feliz, Asociación Protectora de Animales y Plantas, Fundación para la defensa del animal "Por amor a ellos", Asociación Protectora de Animales (APRANI), Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal (ADDA), Fundación Argentina para el Bienestar Animal (FABA), Fundación Ciudad, Grupo Argentina de Protección y Rescate (GRAPA) y la Protectora Sarmiento.
La intención original de la construcción era la de darle una nueva sede a la protectora MAPA, porque su edificio, en San Juan 3345, tiene varios problemas de seguridad e higiene (de hecho, en mayo del año pasado sufrió una clausura). Pero luego el proyecto derivó en la creación de un hospital, con alcance mayor.
No bien se conoció la iniciativa, muchos veterinarios se mostraron en desacuerdo. Sobre todo por la posibilidad de que en el centro funcionen servicios de peluquería y estética animal. Todo esto significaría una competencia desleal para los colegas del sur de Capital y de partidos como Avellaneda o Lanús, cuyos habitantes podrían viajar hasta Barracas para atender a sus mascotas en el nuevo centro.
La inauguración se demoró porque el Gobierno porteño no tenía fondos para poner el servicio en funcionamiento. De hecho, había tenido que recortar varias obras públicas para no entregarle la administración a Macri con déficit fiscal. Ante la falta de dinero, Medio Ambiente inició una serie de reuniones con protectoras y entidades veterinarias, para ver de qué forma conseguir recursos e inaugurar el hospital. La voluntad de abrirlo antes de entregarle el mandato al Gobierno macrista fue tan clara que, a pesar de que aún no se conocía la fecha de inauguración ni estaba claro cómo iba a funcionar el Hospital y con qué personal, la Comuna ya había diseñado los folletos para hacer la publicidad oficial del centro, tal como contó en El Cronista Veterinario en octubre.
A esas reuniones fue invitado el Consejo Profesional de Veterinarios porteño. Pero lejos de ponerse de acuerdo, la institución encontró varias falencias en el proyecto y las denunció. El Cronista Veterinario accedió a una copia de la carta que le enviaron a Telerman y Velasco. Al contundente texto, firmada por el presidente Alfredo Civetta y el secretario Fernando Ruiz, lo reproducimos en el recuadro que aparece en la página contigua. Pero finalmente la administración de Telerman consiguió el presupuesto (gastó 70.000 pesos en equipamiento e insumos) y puso en marcha el centro antes de dejar el poder. Consultado por El Cronista Veterinario, el ministro Velasco aseguró: "La necesidad de tener un centro de atención primaria surgió por los problemas que tuvo la protectora MAPA con su edificio, que no está en condiciones para funcionar. A raíz de ello, convocamos a otras protectoras y decidimos armar un centro de atención primaria, donde se puedan atender a las mascotas en los primeros auxilios y las esterilizaciones. También podrán hacer las atenciones básicas para las mascotas de los vecinos de bajos recursos".
Pero la respuesta más fuerte fue cuando se le preguntó por la presunta competencia desleal que generaría el nuevo centro contra los colegas: "Es una crítica que no tiene asidero. Es como decir que los hospitales públicos perjudican a los sanatorios privados".
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