El hospital veterinario creado en 2007 costó $ 1 millón, pero no se atendió a casi nadie

Sin uso. Denuncian que se atendía “a ojo” y 

que derivaban animales a veterinarias privadas.

Nota Publicada el dia 01 de marzo de 2008
Periodista: Lucas Morando

Fue inaugurado el 26 de noviembre, a dos semanas de que Jorge Telerman dejara su puesto como jefe de Gobierno. Tiene 950 m2 y se prometió que sería un “Pirovano para mascotas”. Hoy se encuentra cerrado, el personal no cobra sus salarios y no hay recursos para mantenerlo ni equiparlo. Lo convertirán en un centro de salud. Para el macrismo, Telerman recibió “presiones”. Este dice que si no funciona es porque falta la decisión política.
Por Lucas Morando

Sin uso. Denuncian que se atendía “a ojo” y que derivaban animales a veterinarias privadas.
En la escena se ve a Jorge Telerman junto Raúl Portal –el embajador canino más conocido– en plena inauguración del Centro de Atención Primaria de Animales Domésticos, en California 1800, Barracas, una especie de “Pirovano para mascotas” de 950 m2 que abrió sus puertas el 26 de noviembre pasado, justo dos semanas antes de que el jefe de Gobierno saliente termine su mandato.

Tres meses después, el personal contratado todavía espera que le paguen el sueldo, el lugar está cerrado, no hay recursos suficientes para mantenimiento ni para equiparlo: la promesa de salud veterinaria se convirtió, en 90 días, en un edificio abandonado.

Para su construcción, el Gobierno porteño invirtió más de $ 1.000.000, según denuncia el macrismo, pero el principal problema es que para suplir las promesas de la gestión anterior de un servicio de “internación, quirófano y una sala de rayos X” serían necesarios al menos $ 1.500.000 más sólo en el primer año, dinero que el Ministerio de Espacio Público no quiere destinar para tal fin. Entonces, el proyecto quedará en la nada.

Desde la cartera confirmaron que las pocas atenciones que se hicieron en el hospital fueron “a ojo” y que en la mayoría de los casos, se derivó a “los pacientes” a otras dependencias de la zona. “Se los derivaba a veterinarias privadas cercanas. Es un disparate y me hace pensar que el hospital es en realidad una pantalla”, denuncia Juan Pablo Piccardo, ministro de Espacio Público. “Creo que Telerman tuvo algún tipo de presión porque es un servicio que no conforma a nadie”, criticó (ver recuadro).

A pesar del “deterioro y la desidia” que denuncia la actual gestión –una práctica cada vez más recurrente para diferenciarse de la anterior–, al ex jefe de Gobierno porteño se lo veía bastante entusiasmado con su hospital para mascotas el día que cortó la cinta: “Se trata de un viejo sueño para todos los que amamos a los animales”, dijo ese día.

Se estima que en los hogares porteños viven unas 500.000 mascotas que, se supone, reciben el cuidado que se merecen. Pero por las calles de la Ciudad deambulan entre 15.000 y 20.000 animales que no tienen dueño, entre perros y gatos.

Piccardo confirmó a PERFIL que el Gobierno estudia firmar acuerdos con veterinarias privadas para que ofrezcan atención gratuita para las mascotas hogareñas. También analizan la creación de un programa de captura, esterilización, tenencia (en refugios públicos) y adopción para proteger a las mascotas callejeras o ayudarlas a encontrar un hogar en su defecto.

“Hemos recibido este edificio vacío, con deudas, siete empleados que nunca cobraron su sueldo aún habiendo trabajado desde antes de la inauguración sin ningún tipo de recursos, materiales y equipamiento”, disparó el ministro y aseguró que el Centro de Atención Primaria de Animales Domésticos será finalmente empleado para la creación de un centro de salud o alguna actividad social.

Con una salvedad: sólo atenderá humanos.

“Los poderes caninos”

“Si el hospital no está funcionando es porque la nueva gestión no lo desea”, respondió Jorge Telerman, “Nosotros quisimos hacer un hospital de características únicas en el país. La mayoría de los habitantes lo quería”, confirmó y apuntó hacia Macri como responsable por el carácter ocioso del lugar. A su juicio, la actual administración y él comparten distintas visiones sobre la Ciudad, “más que nada filosóficas”. Y le respondió a Piccardo: “¿Si recibí presiones para inaugurarlo? Claro, fueron de imperio de los grandes poderes caninos”.

Fuente: Diario Perfil.
Link: http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0238/articulo.php?art=5970&ed=0238