La Policía italiana precintó hoy las instalaciones en Montichiari (norte de Italia) de la compañía Green Hill, dedicada a la cría de perros para la vivisección en la investigación científica, ante la sospecha de un posible delito de maltrato animal.
Esta acción, llevada a cabo en una operación en la que participaron unos 30 agentes, es fruto de la denuncia presentada por las asociaciones Legambiente y Liga AntiVivisección (LAV) ante las autoridades judiciales de la provincia de Brescia (norte de Italia), según informaron hoy fuentes policiales.
Los agentes se incautaron de los perros de raza Beagle, tanto cachorros como adultos, que encontraron en las instalaciones de Green Hill, compuestas por cuatro naves, oficinas y terreno por un total de unas cinco hectáreas, que este miércoles quedaron bajo el precinto de las autoridades italianas.
"Esperamos que las indagaciones en curso puedan arrojar luz definitivamente sobre las condiciones reales de los animales encerrados", dijo el presidente de LAV, Gianluca Felicetti, en un comunicado.
En las instalaciones de Green Hill se encontraban unos 2.500 perros, tanto cachorros como adultos para la procreación, criados para esta práctica de disección de animales vivos, incluso sin anestesia, con fines científicos, según han denunciado las asociaciones de defensa de los animales.
El pasado 28 de abril las plataformas "Cerremos Green Hill" y "Ocupemos Green Hill" convocaron una protesta que terminó con la detención de doce activistas, después de que estos consiguieran liberar a una treintena de perros de las instalaciones en Montichiari.
Los activistas denuncian que cada año 900.000 animales, entre ellos unos 1.000 perros, son utilizados en seiscientos laboratorios italianos para investigaciones científicas de distinto tipo, algo que pretenden que cambie pronto con una ley que prevé la prohibición en Italia de la cría de perros, gatos y primates para la experimentación.
Este proyecto de ley, que actualmente tramita el Senado, no cierra las puertas a la experimentación con estos animales, pero sí que obliga al uso de anestesia en los laboratorios.
Tras el operativo contra Green Hill, tanto Legambiente como LAV hicieron un nuevo llamamiento a los senadores para que aprueben lo antes posible esta ley, con vistas a "una investigación limpia, científica y éticamente aceptable".
Fuente: abc.es
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