PETA, la organización que se dice animalista, continúa matando a animales de compañía halladas en la calle por razones que desconocen la ética.
Esta crítica la incluí como una nota al pie de página en otro escrito (La obsesión contra los perros) de diciembre de 2010. La vuelvo a publicar aquí, revisada, como nota independiente pensando que vale la pena seguir informando sobre las actividades criminales de PETA y porque la organización, pese a las numerosas críticas y denuncias, persiste en su macabra práctica de asesinar animales de compañía recogidas o aceptadas en sus caniles en Virginia y otros lugares, con el necio argumento de que están mejor muertas que vivas.
No contentos con matar, sus miembros han iniciado virulentos ataques contra los que se oponen al sacrificio de mascotas sanas por razones no médicas, que es lo que hace PETA, como el movimiento Sacrificio Cero (No Kill). Eso me parece realmente el colmo.
Originalmente yo tenía una buena imagen de PETA, pese a su burda explotación del cuerpo desnudo y las grotescas insinuaciones sexuales en el contexto de la causa animalista. Algunas de sus campañas contra el uso de pieles animales y contra la explotación animal las encuentro todavía rescatables, pero en general, considerando su conducta y su filosofía sobre la explotación de animales de producción o de granja y de animales de compañía como gatos y perros, los aspectos negativos de esa organización pesan más que los positivos.
Muchos se inhiben a veces en su rechazo de PETA por algunas de las buenas campañas de esta. Yo creo que la verdad es lo único que conviene a los que están activos en la defensa de los animales, se trate de perros callejeros o animales que las modelos de antaño se colgaban del cuello.
Yo considero a Ingrid Newkirk, la fundadora de PETA, una personalidad psicótica, que esgrime argumentos incoherentes y derechamente macabros. Que se jacte de haber matado a miles de animales con sus propias manos, alegando que lo hizo, y hace, para evitar que los maten otros verdugos más crueles, me parece el colmo de la maldad y la estupidez.
No tengo buenas palabras para PETA. Sin embargo, como digo, yo tenía una buena imagen de PETA hasta el momento en que me enteré de lo que hacían con los perros y gatos que recogían de la calle para ingresarlos en sus instalaciones -o que son llevados allí por personas despistadas que creen que les encontraran hogares adoptivos a los animales de compañía de las que han decidido separarse de manera definitiva. La insolente arrogancia de la fundadora, que se burla de todo el mundo pretendiendo que su organización, en 2009, sólo fue capaz de encontrar hogares adoptivos para ocho animales de compañía en todo Estados Unidos, es algo que debemos denunciar una y otra vez hasta que la opinión pública se entere de la verdad y deje de asociarla a la causa de la protección animal.
En 2005, dos funcionarios de PETA fueron procesados por matanzas ilegales y disposición ilegal de cadáveres. La historia es escalofriante. Los empleados de PETA fueron arrestados después de ser investigados durante varios meses por la policía. Se les acusó de engañar al público ofreciendo buscar hogares adoptivos, cuando en realidad los animales eran inmediatamente sacrificados. Retiraban perros de un canil del condado de Bertie, Virginia, pretendiendo que les buscarían hogares adoptivos en Norfolk, pero en realidad los sacrificaban apenas recogidos.
Pese a que habitualmente los funcionarios de PETA aseguran que solo sacrifican a animales enfermos o gravemente heridos, la verdad es que la inmensa mayoría de los animales que recogen son sanos y su eliminación no obedece a ningún criterio médico ético. PETA nunca ha ocultado que un principio básico de su filosofía es matar animales, llevada por la creencia de que en este mundo están mejor muertos que vivos -un razonamiento idiota, del tipo My Lai: “Los matamos para salvarlos de los comunistas.”
Aunque sus funcionarios recogen animales, o aceptan animales con la pretensión de buscarles un nuevo hogar, la verdad se encuentra en las cifras recopiladas por el Departamento de Agricultura de Virginia: aunque en años pasados la organización llegó a poner en adopción a cientos de animales de compañía (703 en 2001, un 26,18%), la búsqueda de nuevos hogares ha sido reducida a niveles escandalosos: en 2006 encontró hogar para solo 12 de 3061 animales de compañía recibidas; en 2007 para 17 de 1997; en 2008 para 7 de 2216; y en 2009 para 8 de 2366. En 2009, la tasa de sacrificio llegó al 97,3%. Desde 1998, PETA ha asesinado a 23.640 animales de compañía.
PETA pretende que en Estados Unidos no hay interés en la adopción de animales, lo que es una falsedad tan grande como una montaña. Hay muchas organizaciones pequeñas, y ciertamente sin los más de 30 millones de dólares del presupuesto de PETA, que encuentran hogares de adopción para cientos y miles de animales de compañía. PETA dice que nadie quiso adoptar más que ocho animales en 2009.
Sirva de comparación la organización chilena EDRA (Equipo de Defensa y Rescate Animal), de Santiago, que entre mayo y diciembre de 2009 encontró hogares adoptivos para 350 perros. Igualmente entre octubre de 2009 y hoy, el Centro de Rescate Canino de Ñuñoa, que implementa una activa política de adopciones, ha logrado encontrar hogares adoptivos para más de 500 animales y ciertamente sin los recursos de PETA.
Frecuentemente los defensores de PETA argumentan que quienes atacan la organización son partidarios o agentes de la industria peletera. Aunque es verdad que los peleteros ciertamente tienen intereses creados en el desprestigio de la organización, las cifras sobre el sacrifico en los caniles de PETA provienen del Departamento de Agricultura del estado de Virginia y son absolutamente fiables. Que los peleteros utilicen estas cifras no implica que sean falsas.
La propia fundadora nunca ha ocultado que su intención es eliminar animales de compañía. Antes de fundar la organización, en los años setenta Newkirk trabajaba en perreras como recogedora de perros (o perrera; dogcatcher) y eliminadora de perros (dogkiller) y ha llegado incluso a jactarse de la cantidad de animales que ha asesinado con sus propias manos. Para eludir las prácticas inhumanas de sus colegas, que mataban a los animales de las formas más crueles, Newkirk cuenta que se levantaba temprano “para llegar allá [a la perrera] antes que nadie y mataba a los animales yo misma, porque no podía soportar que los mataran de esa manera [algunos colegas los metían vivos en congeladores]. Maté a miles de mascotas, a veces varias docenas al día”.
Pese a todo, la organización cuenta con un incomprensible prestigio. Muchos encuentran en estas causas torcidas la oportunidad de concluir sus ritos de pasaje, donde las ganas de mostrarse al mundo se combinan maravillosamente con la ansiedad de sátiros de todo pelaje. Esta organización se está introduciendo en el mundo hispano, y recientemente en Chile a través de grupos subalternos como Anima Naturalis. Es imperativo salirles al paso e impedir que implanten en Chile su nefasta ideología. En el contexto actual, su llegada al país fortalece la causa de los enemigos de los animales, toda vez que justifica el asesinato arbitrario de los animales de compañía hallados en la calle -una lucha (contra el sacrificio sobre otras bases que solamente médicas) que ha definido al movimiento animalista chileno desde sus inicios. El brillo de sus modelos y actrices eróticas sólo sirve para encubrir las prácticas criminales de una organización dedicada a la muerte, dirigida por una mente psicótica, que nos engaña a todos presentándose como una institución animalista que, sin embargo, mata animales justificándose con todo tipo de razones arbitrarias.
Nota
Los fragmentos que siguen, de la prensa local que cubrió el juicio en2005 a dos empleados de PETA que fueron descubiertos arrojando cadáveres de perros y gatos en un contenedor público, permiten que nos formemos una imagen de PETA mucho más ajustada a la verdad. Primero el fragmento en inglés, y luego, en paréntesis cuadrados, mi traducción:
“From PETA headquarters in Norfolk Friday, Newkirk said that the dogs and cats did not suffer in their deaths, so there was no cruelty.”
["Hablando el viernes desde la sede de PETA en Norfolk, Newkirk declaró que los perros y gatos [arrojados por empleados de PETA en un contenedor público] no sufrieron, de modo que no tuvieron muertes crueles.”
“Police have said that Cook and Hinkle said the dogs would be found good homes.”
[La policía declaró que [los empleados de PETA] Cook y Hinkle dijeron [a las personas que llevaban perros a sus caniles] que ellos los colocarían con buenas familias.]
“A veterinarian told 13News that one of the animals he examined had been healthy and he couldn’t understand why it was killed.”
[Un médico veterinario dijo a 13News que uno de los animales que examinó estaba sano y no podía entender por qué lo habían matado."
"Veterinarians and animal control officers said the PETA workers had promised to find homes for the animals rather than euthanize them, according to police."
[Según médicos veterinarios y funcionarios de control animal, los empleados de PETA habían prometido encontrar hogares adoptivos a los animales, antes que eutanasiarlos.]
‘”PETA has never made a secret of the fact that most of the animals picked up in North Carolina are euthanized,” Newkirk said.”
["PETA no ha ocultado nunca que de hecho la mayoría de los animales que recogemos en Carolina del Norte son eutanasiados", dijo Newkirk.]
end.
TOMADO DE: http://www.cpca.org.ar/novedades/detalle.php?id=808
Esta crítica la incluí como una nota al pie de página en otro escrito (La obsesión contra los perros) de diciembre de 2010. La vuelvo a publicar aquí, revisada, como nota independiente pensando que vale la pena seguir informando sobre las actividades criminales de PETA y porque la organización, pese a las numerosas críticas y denuncias, persiste en su macabra práctica de asesinar animales de compañía recogidas o aceptadas en sus caniles en Virginia y otros lugares, con el necio argumento de que están mejor muertas que vivas.
No contentos con matar, sus miembros han iniciado virulentos ataques contra los que se oponen al sacrificio de mascotas sanas por razones no médicas, que es lo que hace PETA, como el movimiento Sacrificio Cero (No Kill). Eso me parece realmente el colmo.
Originalmente yo tenía una buena imagen de PETA, pese a su burda explotación del cuerpo desnudo y las grotescas insinuaciones sexuales en el contexto de la causa animalista. Algunas de sus campañas contra el uso de pieles animales y contra la explotación animal las encuentro todavía rescatables, pero en general, considerando su conducta y su filosofía sobre la explotación de animales de producción o de granja y de animales de compañía como gatos y perros, los aspectos negativos de esa organización pesan más que los positivos.
Muchos se inhiben a veces en su rechazo de PETA por algunas de las buenas campañas de esta. Yo creo que la verdad es lo único que conviene a los que están activos en la defensa de los animales, se trate de perros callejeros o animales que las modelos de antaño se colgaban del cuello.
Yo considero a Ingrid Newkirk, la fundadora de PETA, una personalidad psicótica, que esgrime argumentos incoherentes y derechamente macabros. Que se jacte de haber matado a miles de animales con sus propias manos, alegando que lo hizo, y hace, para evitar que los maten otros verdugos más crueles, me parece el colmo de la maldad y la estupidez.
No tengo buenas palabras para PETA. Sin embargo, como digo, yo tenía una buena imagen de PETA hasta el momento en que me enteré de lo que hacían con los perros y gatos que recogían de la calle para ingresarlos en sus instalaciones -o que son llevados allí por personas despistadas que creen que les encontraran hogares adoptivos a los animales de compañía de las que han decidido separarse de manera definitiva. La insolente arrogancia de la fundadora, que se burla de todo el mundo pretendiendo que su organización, en 2009, sólo fue capaz de encontrar hogares adoptivos para ocho animales de compañía en todo Estados Unidos, es algo que debemos denunciar una y otra vez hasta que la opinión pública se entere de la verdad y deje de asociarla a la causa de la protección animal.
En 2005, dos funcionarios de PETA fueron procesados por matanzas ilegales y disposición ilegal de cadáveres. La historia es escalofriante. Los empleados de PETA fueron arrestados después de ser investigados durante varios meses por la policía. Se les acusó de engañar al público ofreciendo buscar hogares adoptivos, cuando en realidad los animales eran inmediatamente sacrificados. Retiraban perros de un canil del condado de Bertie, Virginia, pretendiendo que les buscarían hogares adoptivos en Norfolk, pero en realidad los sacrificaban apenas recogidos.
Los dos empleados fueron detenidos cuando arrojaban bolsas con decenas de cadáveres de perros en un contenedor público. La fundadora de PETA, Ingrid Newkirk, defendió a sus empleados diciendo que los animales no habían sufrido al ser sacrificados. Reconoció que su organización se dedica a matar animales de compañía, y dijo que el único error de sus empleados era haber arrojado los cadáveres a un contenedor público. Sin embargo, la investigación policial confirmó que los empleados de PETA decían en los refugios donde recogían los animales de compañía, que su intención era buscarles hogares adoptivos. “Nunca hemos ocultado”, dijo Newkirk, “que la mayor parte de los animales que recogemos son sacrificados”.
Pese a que habitualmente los funcionarios de PETA aseguran que solo sacrifican a animales enfermos o gravemente heridos, la verdad es que la inmensa mayoría de los animales que recogen son sanos y su eliminación no obedece a ningún criterio médico ético. PETA nunca ha ocultado que un principio básico de su filosofía es matar animales, llevada por la creencia de que en este mundo están mejor muertos que vivos -un razonamiento idiota, del tipo My Lai: “Los matamos para salvarlos de los comunistas.”
Aunque sus funcionarios recogen animales, o aceptan animales con la pretensión de buscarles un nuevo hogar, la verdad se encuentra en las cifras recopiladas por el Departamento de Agricultura de Virginia: aunque en años pasados la organización llegó a poner en adopción a cientos de animales de compañía (703 en 2001, un 26,18%), la búsqueda de nuevos hogares ha sido reducida a niveles escandalosos: en 2006 encontró hogar para solo 12 de 3061 animales de compañía recibidas; en 2007 para 17 de 1997; en 2008 para 7 de 2216; y en 2009 para 8 de 2366. En 2009, la tasa de sacrificio llegó al 97,3%. Desde 1998, PETA ha asesinado a 23.640 animales de compañía.
PETA pretende que en Estados Unidos no hay interés en la adopción de animales, lo que es una falsedad tan grande como una montaña. Hay muchas organizaciones pequeñas, y ciertamente sin los más de 30 millones de dólares del presupuesto de PETA, que encuentran hogares de adopción para cientos y miles de animales de compañía. PETA dice que nadie quiso adoptar más que ocho animales en 2009.
Sirva de comparación la organización chilena EDRA (Equipo de Defensa y Rescate Animal), de Santiago, que entre mayo y diciembre de 2009 encontró hogares adoptivos para 350 perros. Igualmente entre octubre de 2009 y hoy, el Centro de Rescate Canino de Ñuñoa, que implementa una activa política de adopciones, ha logrado encontrar hogares adoptivos para más de 500 animales y ciertamente sin los recursos de PETA.
Frecuentemente los defensores de PETA argumentan que quienes atacan la organización son partidarios o agentes de la industria peletera. Aunque es verdad que los peleteros ciertamente tienen intereses creados en el desprestigio de la organización, las cifras sobre el sacrifico en los caniles de PETA provienen del Departamento de Agricultura del estado de Virginia y son absolutamente fiables. Que los peleteros utilicen estas cifras no implica que sean falsas.
La propia fundadora nunca ha ocultado que su intención es eliminar animales de compañía. Antes de fundar la organización, en los años setenta Newkirk trabajaba en perreras como recogedora de perros (o perrera; dogcatcher) y eliminadora de perros (dogkiller) y ha llegado incluso a jactarse de la cantidad de animales que ha asesinado con sus propias manos. Para eludir las prácticas inhumanas de sus colegas, que mataban a los animales de las formas más crueles, Newkirk cuenta que se levantaba temprano “para llegar allá [a la perrera] antes que nadie y mataba a los animales yo misma, porque no podía soportar que los mataran de esa manera [algunos colegas los metían vivos en congeladores]. Maté a miles de mascotas, a veces varias docenas al día”.
Newkirk cree que matar es bueno y que la muerte es una liberación del sufrimiento. Hasta tal punto llega su culto de la muerte que en algunas ocasiones ha dirigido a sus funcionarios para rescatar animales solo para matarlos ella misma en su cuartel en Virginia. En 1991 PETA sacrificó a los dieciocho conejos que había rescatado de un laboratorio. Ciertamente les salvó de una muerte cruel a manos de humanos que aspiran a convertirse en algo que una notoria diseñadora de mataderos?
Pese a todo, la organización cuenta con un incomprensible prestigio. Muchos encuentran en estas causas torcidas la oportunidad de concluir sus ritos de pasaje, donde las ganas de mostrarse al mundo se combinan maravillosamente con la ansiedad de sátiros de todo pelaje. Esta organización se está introduciendo en el mundo hispano, y recientemente en Chile a través de grupos subalternos como Anima Naturalis. Es imperativo salirles al paso e impedir que implanten en Chile su nefasta ideología. En el contexto actual, su llegada al país fortalece la causa de los enemigos de los animales, toda vez que justifica el asesinato arbitrario de los animales de compañía hallados en la calle -una lucha (contra el sacrificio sobre otras bases que solamente médicas) que ha definido al movimiento animalista chileno desde sus inicios. El brillo de sus modelos y actrices eróticas sólo sirve para encubrir las prácticas criminales de una organización dedicada a la muerte, dirigida por una mente psicótica, que nos engaña a todos presentándose como una institución animalista que, sin embargo, mata animales justificándose con todo tipo de razones arbitrarias.
Nota
Los fragmentos que siguen, de la prensa local que cubrió el juicio en
“From PETA headquarters in Norfolk Friday, Newkirk said that the dogs and cats did not suffer in their deaths, so there was no cruelty.”
["Hablando el viernes desde la sede de PETA en Norfolk, Newkirk declaró que los perros y gatos [arrojados por empleados de PETA en un contenedor público] no sufrieron, de modo que no tuvieron muertes crueles.”
“Police have said that Cook and Hinkle said the dogs would be found good homes.”
[La policía declaró que [los empleados de PETA] Cook y Hinkle dijeron [a las personas que llevaban perros a sus caniles] que ellos los colocarían con buenas familias.]
“A veterinarian told 13News that one of the animals he examined had been healthy and he couldn’t understand why it was killed.”
[Un médico veterinario dijo a 13News que uno de los animales que examinó estaba sano y no podía entender por qué lo habían matado."
"Veterinarians and animal control officers said the PETA workers had promised to find homes for the animals rather than euthanize them, according to police."
[Según médicos veterinarios y funcionarios de control animal, los empleados de PETA habían prometido encontrar hogares adoptivos a los animales, antes que eutanasiarlos.]
‘”PETA has never made a secret of the fact that most of the animals picked up in North Carolina are euthanized,” Newkirk said.”
["PETA no ha ocultado nunca que de hecho la mayoría de los animales que recogemos en Carolina del Norte son eutanasiados", dijo Newkirk.]
end.
TOMADO DE: http://www.cpca.org.ar/novedades/detalle.php?id=808
No hay comentarios:
Publicar un comentario