Rusia y Estados Unidos acordaron el año pasado una cuota anual de 29 ejemplares para los indígenas
Los osos polares «encogen» en los últimos cien años por estrés alimentarioEl primer ministro ruso, Vladímir Putin, ha prohibido que los indígenas sigan cazando osos polares, pese a que Rusia y Estados Unidos acordaron para ellos una cuota anual de 29 ejemplares. La comisión bilateral, que se reunió en junio de 2010, entendió que los productos derivados de estos mamíferos eran vitales para los pueblos de la región rusa de Chukotka (extremo oriente) y de Alaska, que utilizan su piel para hacer ropa y mantas, por ejemplo.
Rusia, junto a Noruega, era el único país del mundo que hasta ahora prohibía la caza del oso polar. Los furtivos, no obstante, acaban con unos 150 individuos cada año.
Putin parece haberse convertido en un abanderado de la protección de la fauna salvaje, desde tigres a leopardos, ballenas o focas, en los últimos años. Recientemente, colgó un equipo de localización en el cuello de un oso polar.
Rusia y EE.UU., sin osos en 2050
Los expertos consideran que la imposición de límites a la captura de osos polares por parte de los aborígenes contribuiría a su conservación, algo que no comparten las organizaciones de defensa de los animales.
«El establecimiento de cuotas es un paso atrás en la protección del oso polar, cuyo hábitat ya está seriamente amenazado por el deshielo», asegura María Vorontsova, directora general de Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales.
Expertos del Servicio Geológico de EE.UU. han pronosticado que, debido al calentamiento de la Tierra, dos terceras partes de los osos polares habrán desaparecido para 2050. Según baraja el estudio, los osos polares sólo sobrevivirán en Canadá y Groenlandia, mientras en Rusia y EE.UU. se extinguirán sin remedio.
Chukotka permite la caza desde 1957
Los ecologistas cifran en unos mil ejemplares el volumen anual del comercio de osos polares en el mundo, en su mayoría procedentes de Canadá, país que alberga más de la mitad de la población mundial (20.000-25.000) y donde los inuit pueden vender sus derechos de caza a ciudadanos extranjeros.
La caza del oso blanco se permitió, por vez primera en Chukotka, donde se encuentra el estrecho de Béring, que separa Rusia de EE.UU., en 1957.
La región de Chukotka y la península de Alaska acogen entre dos mil y tres mil ejemplares de oso polar, mamífero en peligro de extinción y cuyo peso ronda la tonelada.
Fuente: ABC
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