Perros, gatos, vacas y cerdos quedaron abandonados en cercanías de la central nuclear accidentada tras la evacuación de sus amos. Una cumbre de expertos analiza si es posible salvarlos
El Fondo Internacional para la Protección de los Animales (IFAW, por sus siglas en inglés) convocó a especialistas estadounidenses y japoneses para estudiar las mejores formas de evacuación de los animales domésticos y de granja que los habitantes de la zona contaminada dejaron atrás al huir de la radioactividad. Muchos de ellos pensaron que volverían enseguida pero la evacuación ya dura semanas.
En catástrofes similares, como la ocurrida en los Estados Unidos en Three Mile Island en 1979 (un accidente nuclear grado 5 en la escala INES), las autoridades observaron que un 30% de las personas evacuadas volvían a la zona contaminada a pesar del alto riesgo para rescatar a sus mascotas. Esta cifra disminuye significativamente cuando el personal abocado a las tareas de limpieza y rescate logra descontaminar a los animales -a través de un cepillado- y restituirlos a sus dueños.
Mientras esperan los consejos de los expertos, a las autoridades japonesas no les queda en muchos casos otro remedio que proceder a la eutanasia de los animales que -sin nadie para cuidarlos y alimentarlos- desfallecen en la zona de exclusión.
En realidad, este operativo de eliminación se inició a fines de abril en las cerca de 400 fincas ganaderas de la zona evacuada, donde se encuentran 4.000 vacas, 30.000 cerdos, 630.000 pollos y 100 caballos, muchos de ellos afectados ya por el hambre y el frío. La prefectura de Fukushima planea matar a los más debilitados, llevar a establos a los sobrevivientes y desinfectar el área quitando los cadáveres.
No sólo la IFAW se ha preocupado por este tema. Una ONG estadounidense envió 40 voluntarios a la zona del desastre para intentar rescatar a animales perdidos y devolverlos a sus familias, según informa stltoday.com, un sitio de noticias de Saint-Louis. El Kinhsip Circle logró rescatar unas 50 mascotas antes de que las autoridades clausuren el acceso al área más cercana al accidente nuclear, además de llevarles alimento y comida a otros cientos.
Uno de los voluntarios dijo que el lugar evacuado parecía "una ciudad fantasma en al cual sólo se oía ladrar a los perros por la noche". Muchos animales fueron llevados a refugios a la espera de la aparición de sus dueños. Kinship ha realizado la misma tarea en Nueva Orléans después del paso del huracán Katrina, en Chile tras el terremoto y tsunami y en la zona del Golfo de México afectada por el derrame petrolero de BP.
Las autoridades, por su parte, afirmaron que no sacrificarán a los animales sin el consentimiento de sus dueños ya que ninguna ley estipula qué hacer frente a un caso semejante. El operativo se extenderá hasta fines de mayo. Quizá la cumbre de expertos de la IFAW aporte una solución a tiempo para evitar la eutanasia de vacas, caballos, gallinas y animales de compañía. (Infobae - Foto AP)
Fuente: Diario Tandil
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