La Cámara de Diputados aprobó un proyecto para actualizar la regulación anterior. El sector agrario del oficialismo impuso una enmienda que flexibiliza la protección de la selva, que, de persistir, podría ser vetada por Rousseff.
Las masivas protestas de ecologistas y ambientalistas de las últimas semanas no pudieron torcer el destino de la polémica ley para actualizar el Código Forestal brasileño. La abrumadora mayoría del oficialismo en la Cámara Baja aprobó, con 410 votos a favor, 63 en contra y una abstención, el proyecto impulsado por los legisladores ligados al sector rural.
Asimismo, esa poderosa fracción logró imponer, además, una enmienda que flexibiliza la protección de los extensos bosques del país ante el avance de la agricultura, que en los últimos años se había visto restringida por nuevas regulaciones. También concede una amnistía a los responsables de deforestaciones ilegales hasta 2008.
El Código Forestal vigente, que data de 1965, limita el uso agrícola de tierras obligando a los propietarios en áreas de bosque a mantener una parte intacta, que llega a 80% en la Amazonía. Sin embargo, el 90% de las propiedades no cumple esa regla. Según consideró el autor de la reforma, el diputado Aldo Rebelo, el costo de hacerlo sería enorme y Brasil ya protege una buena parcela de esos territorios.
Los ambientalistas, por su lado, aseguran que el código se flexibilizó demasiado y que no sólo no recuperará suficiente superficie de bosque, sino que ya ha impulsado un aumento de la deforestación, que volvió a dispararse en los últimos meses tras años de sensible reducción. "Aquí, lo que quieren es prender la motosierra y cortar lo que les dé la gana", lamentó el diputado Iván Valente, del Partido Socialismo y Liberdad (PSOL).
La controvertida enmienda que el sector rural logró imponer permite a las gobernaciones y alcaldías disponer sobre las llamadas Áreas de Preservación Permanente (APP) ya deforestadas, que antes estaban en la órbita del gobierno federal.
Esta disposición no es definitiva, puesto que además de requerir la aprobación del Senado, podría ser vetada por el Ejecutivo, que dijo que actuará si la reforma implica un retroceso en la protección de los bosques.
La presidente Dilma Rousseff se comprometió, en la campaña electoral, a no hacer concesiones que permitan más deforestación o pongan en juego los ambiciosos compromisos ambientales internacionales del país.
La Confederación Agropecuaria de Brasil (CAN) celebró, por su parte, la aprobación del proyecto en un comunicado. "Esta noche venció la legalidad. Los productores rurales brasileños dormiremos confiados en que la ley nos protege, no nos persigue", indicó la nota y añadió: "Los valores ambientales serán respetados y habrá reglas para el uso y manejo de la tierra, los cuales generan riqueza y contribuyen para el desarrollo nacional".
La reforma recibió su primera aprobación en momentos en que la industria agropecuaria brasileña se ha convertido en una de las mayores del mundo, con exportaciones récord de 80.000 millones de dólares en 12 meses. Pero también coincide con la publicación de varios informes acerca de la delicada situación de varias áreas de la Amazonia, amenazadas por la deforestación.
Fuente: http://america.infobae.com/notas/25805-Brasil-dio-el-primer-paso-para-su-controvertida-reforma-del-codigo-forestal
Las masivas protestas de ecologistas y ambientalistas de las últimas semanas no pudieron torcer el destino de la polémica ley para actualizar el Código Forestal brasileño. La abrumadora mayoría del oficialismo en la Cámara Baja aprobó, con 410 votos a favor, 63 en contra y una abstención, el proyecto impulsado por los legisladores ligados al sector rural.
Asimismo, esa poderosa fracción logró imponer, además, una enmienda que flexibiliza la protección de los extensos bosques del país ante el avance de la agricultura, que en los últimos años se había visto restringida por nuevas regulaciones. También concede una amnistía a los responsables de deforestaciones ilegales hasta 2008.
El Código Forestal vigente, que data de 1965, limita el uso agrícola de tierras obligando a los propietarios en áreas de bosque a mantener una parte intacta, que llega a 80% en la Amazonía. Sin embargo, el 90% de las propiedades no cumple esa regla. Según consideró el autor de la reforma, el diputado Aldo Rebelo, el costo de hacerlo sería enorme y Brasil ya protege una buena parcela de esos territorios.
Los ambientalistas, por su lado, aseguran que el código se flexibilizó demasiado y que no sólo no recuperará suficiente superficie de bosque, sino que ya ha impulsado un aumento de la deforestación, que volvió a dispararse en los últimos meses tras años de sensible reducción. "Aquí, lo que quieren es prender la motosierra y cortar lo que les dé la gana", lamentó el diputado Iván Valente, del Partido Socialismo y Liberdad (PSOL).
La controvertida enmienda que el sector rural logró imponer permite a las gobernaciones y alcaldías disponer sobre las llamadas Áreas de Preservación Permanente (APP) ya deforestadas, que antes estaban en la órbita del gobierno federal.
Esta disposición no es definitiva, puesto que además de requerir la aprobación del Senado, podría ser vetada por el Ejecutivo, que dijo que actuará si la reforma implica un retroceso en la protección de los bosques.
La presidente Dilma Rousseff se comprometió, en la campaña electoral, a no hacer concesiones que permitan más deforestación o pongan en juego los ambiciosos compromisos ambientales internacionales del país.
La Confederación Agropecuaria de Brasil (CAN) celebró, por su parte, la aprobación del proyecto en un comunicado. "Esta noche venció la legalidad. Los productores rurales brasileños dormiremos confiados en que la ley nos protege, no nos persigue", indicó la nota y añadió: "Los valores ambientales serán respetados y habrá reglas para el uso y manejo de la tierra, los cuales generan riqueza y contribuyen para el desarrollo nacional".
La reforma recibió su primera aprobación en momentos en que la industria agropecuaria brasileña se ha convertido en una de las mayores del mundo, con exportaciones récord de 80.000 millones de dólares en 12 meses. Pero también coincide con la publicación de varios informes acerca de la delicada situación de varias áreas de la Amazonia, amenazadas por la deforestación.
Fuente: http://america.infobae.com/notas/25805-Brasil-dio-el-primer-paso-para-su-controvertida-reforma-del-codigo-forestal
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