El ciudadano checo Karel Abelovsky, de 51 años, enfrenta un proceso judicial por contrabando que podría costarle 10 años de prisión.-
BUENOS AIRES (AP) " Varios de los cientos de serpientes y lagartos en peligro de extinción decomisados a un contrabandista checo en un aeropuerto de Argentina han muerto y otros tantos corren el mismo riesgo porque las autoridades sanitarias no consiguen los insectos para alimentarlos y por el tiempo que llevan alejados de su ambiente natural.
Muchas de las especies murieron asfixiadas en la maleta, otras a causa del stress o por falta de su alimento natural. Algunas serpientes salvajes padecen enfermedades infecciosas que obligaron a aislarlas del resto, explicó el martes a AP Miguel Rivolta, veterinario del Zoológico de Buenos Aires.
"Es difícil conseguir los insectos para alimentarlos y replicar su ambiente salvaje", dijo el experto.
Empleados del aeropuerto internacional de Ezeiza detectaron el 7 de diciembre unas 247 especies de serpientes venenosas, caracoles, tortugas y lagartos escondidos entre las ropas de una valija que había sido despachada para un vuelo con destino a Europa.
Mientras el ciudadano checo Karel Abelovsky, de 51 años, enfrenta un proceso judicial por contrabando que podría costarle 10 años de prisión, los animales se encuentran en cuarentena en el zoológico de Buenos Aires. Y las serpientes venenosas fueron enviadas al instituto de salud nacional de Argentina para el desarrollo de antídotos.
Entre los animales recuperados hay lagartos originarios de México y víboras, arañas y caracoles del norte de Argentina, Paraguay y Brasil.
"Lo mejor que le puede pasar a estos animales es que sean liberados lo antes posible en su ambiente natural", aseguró Rivolta. El veterinario aclaró que esa decisión depende del juzgado que tiene la causa.
Abelovsky fue procesado por el delito de "contrabando agravado" ya que la justicia sospecha que integra una organización internacional dedicada al tráfico de animales exóticos. El ciudadano checo se encuentra en libertad bajo fianza.
Muchas de las especies murieron asfixiadas en la maleta, otras a causa del stress o por falta de su alimento natural. Algunas serpientes salvajes padecen enfermedades infecciosas que obligaron a aislarlas del resto, explicó el martes a AP Miguel Rivolta, veterinario del Zoológico de Buenos Aires.
"Es difícil conseguir los insectos para alimentarlos y replicar su ambiente salvaje", dijo el experto.
Empleados del aeropuerto internacional de Ezeiza detectaron el 7 de diciembre unas 247 especies de serpientes venenosas, caracoles, tortugas y lagartos escondidos entre las ropas de una valija que había sido despachada para un vuelo con destino a Europa.
Mientras el ciudadano checo Karel Abelovsky, de 51 años, enfrenta un proceso judicial por contrabando que podría costarle 10 años de prisión, los animales se encuentran en cuarentena en el zoológico de Buenos Aires. Y las serpientes venenosas fueron enviadas al instituto de salud nacional de Argentina para el desarrollo de antídotos.
Entre los animales recuperados hay lagartos originarios de México y víboras, arañas y caracoles del norte de Argentina, Paraguay y Brasil.
"Lo mejor que le puede pasar a estos animales es que sean liberados lo antes posible en su ambiente natural", aseguró Rivolta. El veterinario aclaró que esa decisión depende del juzgado que tiene la causa.
Abelovsky fue procesado por el delito de "contrabando agravado" ya que la justicia sospecha que integra una organización internacional dedicada al tráfico de animales exóticos. El ciudadano checo se encuentra en libertad bajo fianza.
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