El Ayuntamiento de Málaga sanciona a 16 personas por no recoger los excrementos de sus mascotas de la vía pública y a otras cuatro por las molestias de los ladridos
Nunca hubiera imaginado que darle de comer a las numerosas palomas que revolotean a diario alrededor del edificio donde reside en el centro histórico de la capital le iba a salir tan caro y no precisamente por la comida que les echaba. Hartos de la suciedad que provocaban en la fachada de este inmueble situado en la calle Carretería, los vecinos denunciaron a la mujer al Ayuntamiento de Málaga y ahora tendrá que pagar una multa de 3.756 euros.
No era la primera vez que A. M. F. A. había sido sancionada por este motivo, aunque no con una multa tan elevada. Pero para la concejal de Medio Ambiente, Araceli González, esta cantidad se justifica en el hecho de que se trata de "actitudes incívicas que no podemos dejar pasar y, menos aún, si se trata de reincidentes".
El área de Medio Ambiente ya impuso una sanción similar por dar de comer a unas aves a las que por su parte trata de reducir mediante el control de su población. J. A. T. también fue sancionado con la misma cantidad en octubre de 2007. El expediente administrativo explicaba que la sanción se debió a las deficientes condiciones higiénico-sanitarias en la fachada, ventanas y patio interior del número 24 de la calle Madre de Dios por culpa de los excrementos de palomas atraídas por la comida proporcionada por el inculpado.
Una multa de la misma cantidad tendrá que pagar también una empresa malagueña por las deficientes condiciones higiénico-sanitarias en las que mantenía un inmueble de la capital, según el expediente tramitado por el Ayuntamiento y que el pasado 31 de diciembre fue publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).
De menor cuantía son las sanciones a las que se enfrentan 16 personas que, al parecer, no tienen la costumbre de recoger los excrementos de sus mascotas cuando las sacan a pasear por las calles de la ciudad. Entre 75 y 500 euros deberá pagar cada uno de ellos según el expediente que ha tramitado el área de Medio Ambiente del Consistorio malagueño.
La concejal explicó que son multas "ejemplarizantes" que pretenden servir como "un toque de atención para todos aquellos que no cumplen con las normas". Éstas, en concreto, se basan en el reglamento de desinfección, desratización y desifectación de la Junta de Andalucía y que se recogen también en la recién aprobada ordenanza municipal sobre tenencia de animales.
Pero no todas las sanciones relacionadas con las mascotas se deben a la suciedad que generan en algunos casos. También el ruido que causan es motivo de denuncia para sus dueños. De hecho, el Ayuntamiento ha sancionado con multas de 1250 a 500 euros a cuatro personas por las molestias que provocaban los ladridos de sus perros a sus vecinos.
La más curiosa, la sanción de quinientos euros a un hombre por culpa del ruido que hacían sus gallos.
No era la primera vez que A. M. F. A. había sido sancionada por este motivo, aunque no con una multa tan elevada. Pero para la concejal de Medio Ambiente, Araceli González, esta cantidad se justifica en el hecho de que se trata de "actitudes incívicas que no podemos dejar pasar y, menos aún, si se trata de reincidentes".
El área de Medio Ambiente ya impuso una sanción similar por dar de comer a unas aves a las que por su parte trata de reducir mediante el control de su población. J. A. T. también fue sancionado con la misma cantidad en octubre de 2007. El expediente administrativo explicaba que la sanción se debió a las deficientes condiciones higiénico-sanitarias en la fachada, ventanas y patio interior del número 24 de la calle Madre de Dios por culpa de los excrementos de palomas atraídas por la comida proporcionada por el inculpado.
Una multa de la misma cantidad tendrá que pagar también una empresa malagueña por las deficientes condiciones higiénico-sanitarias en las que mantenía un inmueble de la capital, según el expediente tramitado por el Ayuntamiento y que el pasado 31 de diciembre fue publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).
De menor cuantía son las sanciones a las que se enfrentan 16 personas que, al parecer, no tienen la costumbre de recoger los excrementos de sus mascotas cuando las sacan a pasear por las calles de la ciudad. Entre 75 y 500 euros deberá pagar cada uno de ellos según el expediente que ha tramitado el área de Medio Ambiente del Consistorio malagueño.
La concejal explicó que son multas "ejemplarizantes" que pretenden servir como "un toque de atención para todos aquellos que no cumplen con las normas". Éstas, en concreto, se basan en el reglamento de desinfección, desratización y desifectación de la Junta de Andalucía y que se recogen también en la recién aprobada ordenanza municipal sobre tenencia de animales.
Pero no todas las sanciones relacionadas con las mascotas se deben a la suciedad que generan en algunos casos. También el ruido que causan es motivo de denuncia para sus dueños. De hecho, el Ayuntamiento ha sancionado con multas de 1250 a 500 euros a cuatro personas por las molestias que provocaban los ladridos de sus perros a sus vecinos.
La más curiosa, la sanción de quinientos euros a un hombre por culpa del ruido que hacían sus gallos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario