En una remota zona rural de la República Democrática del Congo (RDC), la Fundación para Gorilas Dian Fossey abrió el primer centro de rehabilitación para gorilas Grauer.
El objetivo del centro GRACE (Gorilla Rehabilitation and Conservation Education) es enseñar a los gorilas huérfanos cómo sobrevivir en la naturaleza como una nueva "familia" autosuficiente, con el objetivo de liberarlos en un hábitat natural en la vecina selva de la cuenca de Congo.
Estos jóvenes gorilas son física y emocionalmente frágiles, la mayoría han padecido condiciones y experiencias extremadamente traumáticas. Muchos han sido sacados violentamente de la selva por cazadores furtivos, con la intención de venderlos como carne de caza o para el tráfico ilegal de animales.
Jessica Ellis y Ferre Dollar de CNN siguieron al primer grupo de gorilas que son transportados a la zona selvática de una instalación temporal en Goma, al este de RDC.
Los jóvenes pioneros fueron transportados vía aérea a GRACE en un helicóptero donado por MONUC, las fuerzas de paz de las Naciones Unidas en RDC –el primero de una misión de la ONU. Viajar por tierra hubiera sido casi imposible debido a la pobre infraestructura y el trauma potencial para los animales.
Mapendo, Amani, Kighoma y Ndjingala fueron originalmente arrancados por cazadores furtivos de la selva y de sus familias. Todos son gorilas Grauer, una subespecie relacionada con los gorilas de la montaña, pero que viven exclusivamente en el este de RDC.
La administradora para gorilas de la Fundación Dian Fossey y actual administradora de GRACE es Sandy Jones. "Todas las especies de gorilas están amenazadas porque el Congo está tan inexplorado que no se ha hecho un censo real de cuantos gorilas Grauer hay", dijo.
"Pero a la velocidad que sabemos que los están matando y con la selva siendo destruida, estamos realmente preocupados de que, si no cambian y se frenan las cosas ahora, pueden desaparecer muy pronto".
Esta primera clase de gorilas tienen entre uno y cinco años. Mapendo, cuyo nombre significa "amor", fue rescatada en diciembre del 2007. Ella fue confiscada junto a un gorila macho, pero él únicamente sobrevivió dos días.
Cuando Amani, que significa "paz", fue rescatada hace un año, tenía una enorme herida en la pierna. "Era evidente que le habían disparado a su madre y ella quedó atrapado entre los disparos", explico Jones. "Le tomó muchas semanas sanar, pero ahora ella camina de manera perfectamente normal".
Kighoma, "tambores", es el único macho del grupo. Él llegó en mayo del 2009 y Ndjingala fue rescatada a principio de año. Ella sólo tiene un año de edad y fue bautizada así por el lugar en donde fue encontrada.
"Muchos primates, cuando son tomados por cazadores furtivos, tienen cuerdas alrededor de sus caderas que se les clavan, por lo que tienen heridas serias y Ndjingala padeció de eso", dijo Jones.
La Fundación para Gorilas Dian Fossey y el Proyecto Veterinario del Gorila de la Montaña han estado cuidando a los gorilas rescatados en cuarteles temporales en Kinigi, Ruanda y Goma.
"Lo que sé es que muchos de ellos han muerto", dijo Eddie Kambale, médico del Proyecto Veterinario Gorila de la Montaña. "Es posible que haya cerca del 20% que han sido sacados de la selva".
El centro GRACE es la primera instalación en su tipo en el este de África Central. Tiene lugar hasta para 30 gorilas jóvenes para que vivan grupos típicos de la especie y caminen por los 350 acres del hábitat natural.
Kambale ayudó a traer a los cuatro huérfanos de Goma a GRACE. "Los gorilas están disfrutando este lugar comparado con el lugar donde estaban", dijo.
"En Goma hay mucho ruido y polvo en el camino, aquí hay menos contaminación, por lo que esto será bueno para su salud. Ahora se encuentran en una selva real y están trepando y consiguiendo alimento de la selva, por lo que son felices".
El resto de los gorilas Grauer rescatados, al cuidado de la Fundación Dian Fossey y el Proyecto Veterinario Gorila de la Montaña, dejarán Kinigi en un segundo viaje programado para principio del próximo año.
"Tener a los gorilas aquí ayudará a dar a la gente una visión del mundo de los gorilas", dijo Debbie Cox, de la Alianza del Santuario Pan africano.
Cox trabajó con la comunidad local para construir la infraestructura para GRACE. "Cuando la gente local ve que los gorilas son muy parecidos a nosotros –viven en familias, los infantes necesitan de sus madres, se abrazan unos a otros–, inmediatamente hay una empatía", dijo.
"Por lo que necesitamos trabajar con la gente en este ámbito y eso ayudará a crear una estabilidad y a crear confianza también".
Mientras que por décadas el mundo sólo ha escuchado malas noticias de la República Democrática del Congo, la conservación esta golpeando un acorde cada vez más importante de conciencia entre la gente.
El objetivo del centro GRACE (Gorilla Rehabilitation and Conservation Education) es enseñar a los gorilas huérfanos cómo sobrevivir en la naturaleza como una nueva "familia" autosuficiente, con el objetivo de liberarlos en un hábitat natural en la vecina selva de la cuenca de Congo.
Estos jóvenes gorilas son física y emocionalmente frágiles, la mayoría han padecido condiciones y experiencias extremadamente traumáticas. Muchos han sido sacados violentamente de la selva por cazadores furtivos, con la intención de venderlos como carne de caza o para el tráfico ilegal de animales.
Jessica Ellis y Ferre Dollar de CNN siguieron al primer grupo de gorilas que son transportados a la zona selvática de una instalación temporal en Goma, al este de RDC.
Los jóvenes pioneros fueron transportados vía aérea a GRACE en un helicóptero donado por MONUC, las fuerzas de paz de las Naciones Unidas en RDC –el primero de una misión de la ONU. Viajar por tierra hubiera sido casi imposible debido a la pobre infraestructura y el trauma potencial para los animales.
Mapendo, Amani, Kighoma y Ndjingala fueron originalmente arrancados por cazadores furtivos de la selva y de sus familias. Todos son gorilas Grauer, una subespecie relacionada con los gorilas de la montaña, pero que viven exclusivamente en el este de RDC.
La administradora para gorilas de la Fundación Dian Fossey y actual administradora de GRACE es Sandy Jones. "Todas las especies de gorilas están amenazadas porque el Congo está tan inexplorado que no se ha hecho un censo real de cuantos gorilas Grauer hay", dijo.
"Pero a la velocidad que sabemos que los están matando y con la selva siendo destruida, estamos realmente preocupados de que, si no cambian y se frenan las cosas ahora, pueden desaparecer muy pronto".
Esta primera clase de gorilas tienen entre uno y cinco años. Mapendo, cuyo nombre significa "amor", fue rescatada en diciembre del 2007. Ella fue confiscada junto a un gorila macho, pero él únicamente sobrevivió dos días.
Cuando Amani, que significa "paz", fue rescatada hace un año, tenía una enorme herida en la pierna. "Era evidente que le habían disparado a su madre y ella quedó atrapado entre los disparos", explico Jones. "Le tomó muchas semanas sanar, pero ahora ella camina de manera perfectamente normal".
Kighoma, "tambores", es el único macho del grupo. Él llegó en mayo del 2009 y Ndjingala fue rescatada a principio de año. Ella sólo tiene un año de edad y fue bautizada así por el lugar en donde fue encontrada.
"Muchos primates, cuando son tomados por cazadores furtivos, tienen cuerdas alrededor de sus caderas que se les clavan, por lo que tienen heridas serias y Ndjingala padeció de eso", dijo Jones.
La Fundación para Gorilas Dian Fossey y el Proyecto Veterinario del Gorila de la Montaña han estado cuidando a los gorilas rescatados en cuarteles temporales en Kinigi, Ruanda y Goma.
"Lo que sé es que muchos de ellos han muerto", dijo Eddie Kambale, médico del Proyecto Veterinario Gorila de la Montaña. "Es posible que haya cerca del 20% que han sido sacados de la selva".
El centro GRACE es la primera instalación en su tipo en el este de África Central. Tiene lugar hasta para 30 gorilas jóvenes para que vivan grupos típicos de la especie y caminen por los 350 acres del hábitat natural.
Kambale ayudó a traer a los cuatro huérfanos de Goma a GRACE. "Los gorilas están disfrutando este lugar comparado con el lugar donde estaban", dijo.
"En Goma hay mucho ruido y polvo en el camino, aquí hay menos contaminación, por lo que esto será bueno para su salud. Ahora se encuentran en una selva real y están trepando y consiguiendo alimento de la selva, por lo que son felices".
El resto de los gorilas Grauer rescatados, al cuidado de la Fundación Dian Fossey y el Proyecto Veterinario Gorila de la Montaña, dejarán Kinigi en un segundo viaje programado para principio del próximo año.
"Tener a los gorilas aquí ayudará a dar a la gente una visión del mundo de los gorilas", dijo Debbie Cox, de la Alianza del Santuario Pan africano.
Cox trabajó con la comunidad local para construir la infraestructura para GRACE. "Cuando la gente local ve que los gorilas son muy parecidos a nosotros –viven en familias, los infantes necesitan de sus madres, se abrazan unos a otros–, inmediatamente hay una empatía", dijo.
"Por lo que necesitamos trabajar con la gente en este ámbito y eso ayudará a crear una estabilidad y a crear confianza también".
Mientras que por décadas el mundo sólo ha escuchado malas noticias de la República Democrática del Congo, la conservación esta golpeando un acorde cada vez más importante de conciencia entre la gente.
Fuente: CNNMexico
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