Enero 31 de 2011
Tomado de El Colombiano
EL CUERPO DE 150 manifestantes sirvió para expresar el rechazo a la fiesta brava. La mayoría de ellos eran jóvenes, quienes con solemnidad y sin violencia, mostraron su descontento con la llamada fiesta brava, en el Parque de los Deseos.
Hombres y mujeres vestidos solo con bóxers y una capa de betún se acomodaron en el cuerpo, las patas, los cuernos y el rabo de un toro gigante trazado en el piso.
Fueron cerca de 150 personas que rechazan la tauromaquia las que el sábado a las 4:00 de la tarde se pusieron en la piel de un toro para mostrar su rechazo a la fiesta brava como la que iniciaba a esa misma hora en la Plaza de Toros La Macarena.
Los manifestantes fueron convocados por la representación local de una organización animalista. Eran en su mayoría jóvenes como Luisa Vergara, a quien no le importó quitarse la ropa para crear al toro porque según dijo no basta con rechazar, se debe hacer algo.
Los padres de Luisa hicieron lo mismo que María Eugenia Zuluaga, quien no se quitó la ropa pero sí acompañó a su hija Laura Eugenia Díez al acto.
No todos formaron el cuerpo, algunos eran sangre como Juan Guillermo Páramo. Él fue uno de los organizadores del evento y se pintó el cuerpo de rojo para simular las heridas del animal caído.
Cuando el toro trazado quedó lleno con cuerpos humanos, Páramo tomó su lugar en el piso y pidió que sonara la música instrumental que le dio al acto más solemnidad.
Durante casi una hora se mantuvo la figura, acompañada de cientos de visitantes del Parque de los Deseos.
Todo transcurrió con tranquilidad. Juan Guillermo Páramo manifestó que no es la primera vez que protestan, que la organización no rechaza violencia con violencia y que por eso hubo cuidado en la logística.
Fueron cerca de 150 personas que rechazan la tauromaquia las que el sábado a las 4:00 de la tarde se pusieron en la piel de un toro para mostrar su rechazo a la fiesta brava como la que iniciaba a esa misma hora en la Plaza de Toros La Macarena.
Los manifestantes fueron convocados por la representación local de una organización animalista. Eran en su mayoría jóvenes como Luisa Vergara, a quien no le importó quitarse la ropa para crear al toro porque según dijo no basta con rechazar, se debe hacer algo.
Los padres de Luisa hicieron lo mismo que María Eugenia Zuluaga, quien no se quitó la ropa pero sí acompañó a su hija Laura Eugenia Díez al acto.
No todos formaron el cuerpo, algunos eran sangre como Juan Guillermo Páramo. Él fue uno de los organizadores del evento y se pintó el cuerpo de rojo para simular las heridas del animal caído.
Cuando el toro trazado quedó lleno con cuerpos humanos, Páramo tomó su lugar en el piso y pidió que sonara la música instrumental que le dio al acto más solemnidad.
Durante casi una hora se mantuvo la figura, acompañada de cientos de visitantes del Parque de los Deseos.
Todo transcurrió con tranquilidad. Juan Guillermo Páramo manifestó que no es la primera vez que protestan, que la organización no rechaza violencia con violencia y que por eso hubo cuidado en la logística.
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