sábado, 5 de febrero de 2011

La sensibilidad a los cambios de la Tierra, posible causa del 'apocalipsis animal'

Estos episodios, localizados en uno de los años más críticos económicamente, recuerdan a las plagas de Egipto .

2011 arrancó con un eclipse de sol. Un fenómeno peculiar que pasa en contadas ocasiones. Durante esos días y a partir de entonces, miles de animales empezaron a morir. El naturalista Luis Laria, presidente de Cepesma cree que es la sensibilidad que los animales tienen a cambios en el globo lo que les ha llevado a la muerte; así, los cambios de corriente en aire o el agua podrían haber provocado trastornos en las migraciones. 


Ballenas varadas en la playa Isla Rey en Tasmania (Australia).


Los pajaros encontrados muertos en suecia
murieron por violencia fisica.
La tierra ha hablado. Y el mar. Y el aire. Y lo ha hecho en enero. En las primeras semanas de este mes que se acaba han ido cayendo cientos de miles de animales. La prensa ha recogido puntalmente estos casos pero no hay ningún estudio que les de a todos una causa. Sabe a apocalipsis, pero la comunidad científica les da explicación racional. De la misma manera que los animales percibieron 20 minutos antes que una ola gigante iba a comerse Sumatra, ellos también pueden notar vibraciones y cambios en la tierra que a nosotros se nos pasan desapercibidos. Igual que en aquella ocasión se salvaron quizá ahora estén muriendo porque la tierra habla, y no lo notamos.

Contaminación, terremotos, eclipses que coinciden con migraciones. En el continente donde se produce el vertido de BP en el golfo mueren aves y animales acuáticos. También en Galicia, donde el vertido del Prestige dañó irreversiblemente la costa, han aparecido delfines muertos.

Miles de peces muertos en el pantano Chaland (río Misisipi).
Las aves fueron las primeras. Les siguieron los animales marinos: peces, ballenas y delfines. Los mamíferos no se libraron tampoco. Y ampliamos la catástrofe a los humanos; no podemos olvidarnos de que las primeras semanas de enero Australia nadaba a contracorriente contra las mortales inundaciones y Río de Janeiro intentaba recuperarse de otra catástrofe similar. La tierra parece haber hablado y las señales suenana apocalipsis pero, ¿cuánto hay de verdad en el asunto?



Centenares de peces muertos en el río Pasig, en Manila (Filipinas).

Siempre hay una explicación, no hay mensaje paranormal

"No hay una tercera causa al margen del ser humano". Es la teoría del científico Luis Laria, presidente de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (Cepesma). Laria, lejos de teorías apocalípticas, dice firme: "cualquier circunstancia tiene una definición y forma de entenderlo". El presidente de Cepesma asistió a un programa especial de Cuarto Milenio en el que dio explicación científica: "un cambio de agua, peligro de depredación... Esto puede hacer que los peces mueran".

 "No hay una hipótesis válida para explicar estos sucesos". Era la tesis sostenida en el programa de fenómenos paranormales, Cuarto Milenio, dirigido por el periodista Iker Jiménez y emitido por CUATRO Naturólogos y científicos se reunieron para intentar dar explicación a las muertes. No hubo ninguna tesis con la que quedarse. Sobre la mesa se pusieron los fenómenos meteorológicos -tornados, huracanes, maremotos-, la contaminación ambiental -en especial la de las aguas- o los ensayos con armas sónicas (como operaciones secretas de los gobiernos).

Así se explican algunos de los casos

"Una vez murieron cientos de pájaros en una autopista de Australia", cuenta Laria, "se estrellaron contra el asfalto", continúa. "Pero la causa estaba en que había llovido y había niebla y buscaron el reflejo de la luna, y no la luna. Y la luna estaba en un charco, en un charco de la carretera". Este científico cree así que "todo tiene una explicación, pero a veces desconocemos algunos factores". También habla de los peces y de las ondas expansivas del agua, que les aturden. Cuenta, asimismo, que hubo un caso de pseudoorcas varadas en la costa "como un suicidio colectivo" y la verdad era que su guía, una hembra, enfermó y se desorientó, haciendo perderse al resto.

Hay tribus indígenas que llevan años repitiendo que la tierra "habla". Y que protesta por el daño que el hombre le imprime. Los llamados "mamos" o líderes espirituales de algunas tribus de América Latina se convierten en órganos consultores cuando ocurren catástrofes naturales a gran escala. Poco después del tsunami de Sumatra (en 2004) la ONU (desde el PNUD, un organismo para el desarrollo de los pueblos) llamaron la atención sobre que los animales previeran 20 minutos antes la gran ola. Sin embargo, nadie parece querer contar que el elevado número de muertes de animales tiene que ver algún fenómeno sobrenatural, a pesar de que la red se esté llenado de teorías conspiranoicas.

El terremoto de Haiti cambió el magnetismo del globo

"Hay muchas especies que sufren por alteraciones físicas de la tierra", cuenta Lara. "Y las ondas expansivas de los terremotos les afectan". Existe un fenómeno terráqueo que podría haber desorientado a los animales y por tanto tener que ver con las muertes masivas. El terremoto de Haiti (en el que murieron unas 316.000 personas) cambió el magnetismo de la tierra; la desplazó unos metros.

Los animales empiezan a emigrar en septiembre. Enero sigue siendo época de migraciones. "A los animales les afecta todo porque son sensibles a todo; a las vibraciones de la tierra, a las emisiones por ondas. Por eso previeron el tsunami de 2004... y huyeron".

Incluso las plagas de Egipto, envueltas en leyenda, tuvieron explicación: La erupción del volcán de la isla de Santorini, Grecia, en torno al año 1500 a.C. provocó terremotos que causaron escapes de dióxido de carbono y de hierro cerca del Nilo. Cuando estos compuestos químicos entraron en contacto con el oxígeno, se formó hidróxido de hierro; éste tornó el agua de color rojo. A falta de oxigeno todos los peces murieron.


Sobre la mesa están los fenómenos meteorológicos -tornados, huracanes, maremotos-, la contaminación ambiental -en especial la de las aguas- o los ensayos con armas sónicas (como operaciones secretas de los gobiernos).

Los animales empiezan a emigrar en septiembre. Enero sigue siendo época de migraciones. "A los animales les afecta todo porque son sensibles a todo; a las vibraciones de la tierra, a las emisiones por ondas. Por eso previeron el tsunami de 2004... y huyeron".

Nadie parece querer contar que el elevado número de muertes de animales tiene que ver algún fenómeno sobrenatural, a pesar de que la red se esté llenado de teorías conspiranoicas.

Las aves fueron las primeras. Les siguieron los animales marinos: peces, ballenas y delfines. Los mamíferos no se libraron tampoco.


Fuente: http://noticias.terra.es/

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